Nerdy rules | l.s.

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Louis siempre había sido un chico sin muchos amigos. Desde sus inicios escolares había sido considerado el nerd de la clase. Aún así, no había sufrido mucho bullying. Tal vez se había llevado alguna burla durante su etapa escolar pero nada demasiado grave. Seguramente esto había sido así porque físicamente no era el estereotipo de nerd que sale en las películas americanas. Louis no era un muchacho con gafas sabelotodo que soltaba datos curiosos de la nada sin que nadie hubiera preguntado. Más bien era un chico bastante atractivo que simplemente prefería pasar tiempo a solas y adoraba las matemáticas y la literatura.
A pesar de eso, aunque hubiera alguna burla de por medio, a Louis le daba completamente igual. Nadie conocía realmente a Louis. Y el chico de ojos azules tampoco deseaba conocer a nadie.

Además de su claro caso de asocialidad, Louis escondía algo más que no quería que se extendiera como pólvora por la universidad. Tomlinson por muy nerd que fuera amaba dominar. Nunca había tenido sexo, era virgen, pero solo era capaz de correrse pensando en subyugar a otra persona.

Al principio, sobretodo durante la pubertad, solo veía porno heterosexual. Eso fue hasta que descubrió que existían los cuntboys. Al chico con ojos azules no le gustaba mucho esa palabra y prefería llamarlos chicos trans porque... Es lo realmente eran. Descubrió ese tipo de porno hace unos meses atrás y se obsesionó a ello al nivel de perder total interés en las mujeres. Solo había una pequeña pega en toda esta situación: Louis estaba seguro de que iba a quedarse virgen toda la vida porque era imposible encontrar a alguien que se interesara por tener sexo con él. Era prácticamente imposible cuando solo salía de su casa para ir a la universidad.

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Harry no siempre fue un chico con muchos amigos. A él le encanta relacionarse hoy en día con los demás pero lo pasó realmente mal en la primaria. Él en esa época no estaba fuera del armario y la gente no lograba entender lo que le ocurría y porque era diferente. Su madre notó lo triste que estaba su hijo cada día así que decidió que empezara a ir a terapia. Eso salvó completamente la vida de Harry porque a partir de las terapias puedo decir finalmente lo que sentía en su corazón "soy un chico, mamá".

A pesar de que a su madre Anne le costó comprender la situación en un principio, no hubo un día en el que no apoyara a su pequeño con rizos de chocolate. Harriet pasó a llamarse Harry, cortó su larga cabellera y todo el mundo empezó a dirigirse a él con pronombres masculinos. El pequeño de ojos verdes por fin empezó a abrirse a los demás y sentir que realmente valía la pena vivir. Con los años se dio cuenta que adoraba socializar, hacer reír a los demás y tratar a todos con amabilidad.

Al empezar a conseguir un estatus popular en la universidad prefirió no sacar mucho el tema de ser transgénero. No lo veía necesario y sentía que era más seguro para su persona que no se convirtiera en un cotilleo en la universidad. Poca gente sabía que era un chico trans y era lo mejor.

A parte de eso, Harry tenía más secretos. Su apariencia transmitía que era un adolescente dulce e inocente pero en realidad era demasiado kinky. El muchacho con rizos amaba el BDSM, lo había probado unas cuantas veces con chicos que había conocido en diferentes aplicaciones y lo había amado. A Styles le encantaba ser una perra en la cama pero nadie tenía porque saberlo.

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Louis conoció a Harry el primer día de universidad, justo ese mismo año. Recuerda perfectamente ese día ya que él iba realmente emocionado por aprender. Todo se fue bastante a la mierda a la segunda hora, cuando le tocaba matemáticas avanzadas. Él colocó sus cuatro bolígrafos de recambio (más vale prevenir que curar) justo al lado de su libreta y empezó a apuntar cada dato que el profesor dictaba o escribía en la gran pizarra de enfrente. Tomlinson estaba realmente concentrado hasta que escuchó risas. Suaves e insoportables risas. Louis frunció el ceño e intentó seguir prestando atención, realmente lo intentó, pero tenía poca paciencia y muy mala leche.

"¿Podéis callaros, por favor? Aquí hay gente que quiere aprender." Soltó molesto, Louis, sin ni siquiera girarse para ver quienes se habían sentado a su lado.

"Oh... Perdón... No volverá a pasar... Por cierto, soy Harry." Comentó animado un chico con voz grave.

Louis ni lo miró, actuando maleducado al parecer de Styles. ¿Por qué nadie lograba entender que Louis solamente quería ir a la universidad para aprender?

"No te preocupes, Harry. Ese nerd no tiene ni un solo amigo y aquí puedes ver el porqué."

Louis frunció su ceño, sintiendo el malhumor crecer en su interior.

"Soy Louis, no "ese nerd". Perdón por no querer una charla en mitad de una asignatura que me interesa. Si queréis charlar y pasar el rato entonces podéis ir a la cafetería pero a mi no me toquéis las narices."

Harry parpadeó, mirando esos ojos azules fríos como el hielo.

"Perdón, Louis. No era mi intención molestarte." Se disculpó educadamente Styles.

En cambio, Nick, el chico sentado al lado de Harry, bufó y rodó los ojos. Obviamente a Nick le parecía patética la actitud del chico de ojos azules y iba a usar esta situación para comentarla con sus hermanos de fraternidad y reírse del "nerd".

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La clase de matemáticas avanzadas empezó y Louis preparó con rapidez sus cuatros bolígrafos frente a su libreta mientras abría esta.

"¿No tendrás por casualidad cuatro bolígrafos de recambio?"

Louis asintió rápidamente, sin pillar el tono burlón del comentario.

"En realidad, sí. Puedo prestar-" Tomlinson paró de hablar y frunció el ceño al notar que era nada más y nada menos que Harry Styles, uno de los chicos pertenecientes a una de las fraternidades más populares de la universidad. "Genial, ¿a caso te estás burlando de mi?"

"No no, en realidad no me estoy burlando. Me parece interesante tu dedicación. Es increíble... Yo solamente he traído un boli." Comentó con una sonrisa adorable el chico con rizos.

Louis rodó los ojos, forzándose a sí mismo para dejar de mirar al chico lindo de ojos verdes.

"Está bien, chicos y chicas. Lo que voy a comentar a continuación va a ser sumamente importante así que será mejor que apunten." Explicó en voz alta el señor Johnson, el profesor de matemáticas avanzadas.

Louis se movió con nerviosismo en su silla, intentando encontrar con rapidez una hoja en blanco en su libreta. El chico universitario no calculó bien sus movimientos y todos sus bolígrafos cayeron en el suelo.

"Mierda..."

Tomlinson estaba a punto de entrar en pánico cuando notó a alguien acercando suavemente un bolígrafo hacia su mano temblorosa. Louis miró hacia un lado y vio al chico de ojos verdes con su característica sonrisa con hoyuelos.

"Puedes usar el mío, yo escucharé." Susurró con voz dulce Styles.

"Pero..."

"Te lo presto, Louis."

Louis parpadeó suavemente, confundido por la sensación en su tripa y el calor en sus mejillas.

"Gracias..."

El profesor empezó a dictar datos que serían primordiales para el examen y, por mala suerte, esa es toda la conversación que tuvieron Styles y Tomlinson en esa hora.

Podemos decir que ahí fue el momento exacto donde al nerd le empezó a gustar el chico popular.