La vuelta al mundo en 80 maravillas

Primera Parte.

Capítulo 1.

Theressa se encontraba sentada en la silla,en frente de la mesa de noche de cristal con un paquete con forro amarillo desgastado y un broche rojizo. Su padre nunca le había mostrado aquel paquete. Podría ser malo, pero no tenía esa pinta de un plan para acabar con el mundo.

No se decidía a abrirlo. Era tan viejo.Más de 100 años,talvez. Pero decía en letra de tinta de los años de 1873:
"Sí algún día decides tener aventuras."
Talvez, el abuelo de su padre,Pierre, o el abuelo del abuelo, o el abuelo del bisabuelo. El bisabuelo se llamaba Phileas. O algo así nublaba la mente de Theressa.
Lo tomó. Su pulsera de diamante tintineó contra el frágil cristal. Lo pusó sobre sus piernas.
Llevaba puesto un traje bastante popular de Hozaen. Pantalones de un material parecido al plástico que podría darte un poco de calor corporal, color azufre. Una blusa bastante sencilla a titantes. Seda blanca. O un material más valioso. Theressa estaba concentrada en el sobre.
Sus grandes ojos estaban mirando fijamente el envoltorio, sus delgados labios apretados con los dientes.

El cabello recogido en un chongillo,con las extremidades cayendosele, odiaba los peinados de ese país. Chongillos, rizos empapados de mouse, o cabello liso como una hoja de papel.
Giró el broche rojizo. Apretó las comisuras de los labios. Abrió el sobre y sacó una hoja color pergamino. Con pedazos rotos por el tiempo.
Leyó lo siguiente:
Hijo, o hija mía, soy tu abuelo Phileas Fogg, un hombre muy feliz viviendo con Auda. Me gustaría que dieras esa vuelta al mundo que yo dí, y pasarás por eso que yo pasé. Por cierto,si Picaporte tiene algún hijo,unetele.
Attentamente. Phileas Fogg
Theressa dejo salir una expresión muy extraña,no bufido,sino,sorpresa.
-¿Phileas Fogg?-se dijo.
Cerró el sobre,y lo guardó dónde debía.
Ahora,no sabía que pensar.
Vuelta. Abuelo. Phileas Fogg. Picaporte. Aventura.
Tenía que hacer algo,pero...
-¿Qué?-dijo con voz que apena era audible.