Capitulo 4.

492 16 1
                                    

-¿Qué hora es?-pregunto la mujer sentada en el taburete. Llevaba un extravagante chongillo, su cabello era negro potente y ella era pálida y con ojos marrones, con un lunar arriba del labio.
-Son las doce con cuarenta y ocho,señorita Lovlyn-dijo el peruodista John quien sostenía papeles revueltos.
-Y no tenemos nada acerca de la chica. ¿Cuál es su nombre? -exclamó desesperada Lovlyn.
-The..ressa. Theressa Aline Fogg. Y no tenemos nada.
-Tendremos que tentarla a hablar. A decirle que se le pueden conceder sus deseos si habla.-sonrió picaramente.-O usar la falsedad.

-¡Sebastian! ¡No puedes acosar a la bisnieta de Phileas Fogg, el grande!-reclamó Jecks.
-No la acosaré. Usaré mi carisma,genio.
Una sonrisa abierta apareció en su rostro.
-Solo le daré opciones. Mis opciones.
-Sebastian,no... ¿Sabes dónde vive?
-No. Pero preguntaré,con los ricos.
Sebastian paro la agitada caminata. Suspiró.
-El lugar de las posibilidades-sus ojos brillaron y las comisuras de sus labios se alzaron.
-Vamos,vamos Jecks. No hay que perder. -habló con aire agitado de felicidad.
-Dime qué haras.-habló el chico de rizos.
-A ti te dejaré paseando, y yo buscaré a Theressa.
-Claro.-sonó decepcionado, pero acorde al plan.

Sebastian se alejó de el,con paso rápido, para meterse en el lugar de los ricos, en la parte de las oportunidades.

-¿Dónde estás Theressa?-babuceó Sebastian. Ni siquiera sabía que aspecto tenía,solo que era peliroja. ¿Había muchas pelirrojas en esa parte? Él no lo sabía,pero...
Apareció una chica con las características. Pelirroja. Ojos azules. Pecas. Cabello recogido.
Sebastian vaciló y se acercó a ella.
-¿Theressa...Fogg?-su voz lo traicionó cuando ella alzó la mirada.
Sus ojos no solo eran azules. Había más alla de ellos. Ella no solo era pelirroja, ella relucía con su cabellera. Sus pestañas eran largas y angulosas. Y sus labios rosas. Ella parpadeó.
-Le decía,¿En qué puedo ayudarle?
Ella le había hablado y él tenía la conciencia borrosa. Esos ojos.
-Mi nombre es Sebastian Picaporte...quería hablar con usted sobre algo.
-¿Picaporte? ¿De Juan Picaporte?-dijo ella. Con aquella suave voz.-No, eso no es posible.
-Sí. De Juan Picaporte.-exlamó Sebastian.
Y ahí estaban reunidos en una parte de la gran ciudad. Los descendientes de Phileas Fogg y Juan Picaporte.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La vuelta al mundo en 80 maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora