La Gran Fosa Perdida

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Mientras Mugh descendía hasta lo más profundo de la Gran Fosa miró la palma de su mano, la decadencia había consumido toda la ciudadela pero lo cierto es que no era solo una situación culposa del actual Señor de la Sangre, también tenía mucho que ver la Erosión de la Consciencia. Él tras permanecer tanto tiempo en un estado letárgico no se vio afectado por la erosión pero no significaba que todo lo demás siguiera igual, notaba cambios en todo que no se había planteado realmente, nunca creyó que pensaría en estos males, y creyó que cuando llegará el momento de pensar en ellos, él ya estaría bastante erosionado pero no era así, su consciencia perduró gracias al sello.

Llegó entonces hasta una barandilla, donde debía haber una escalera permanecía solo el metal oxidado roto, parecía que la escalera había sido arrancada hacía muchísimo. Mugh observó el lugar, había inscripciones en las paredes que hablaban de una vieja historia aunque habían partes que habían sido borradas por el paso del tiempo. Él las iba leyendo a medida de que observaba la zona.

"El señor se alzó de la mugre y las pestes. Él, entre la violencia se alimentó de la vieja guerra donde nuestro pueblo había sido abandonado, abandonado y perdido de la mano de los antiguos dioses. Su maldad solo estaba a la par de su ansia de cadáveres y muerte, él se alimentó de la guerra, pero por alguna razón logramos rendirle tributo para que nos protegiera."

Mugh reconoció esa vieja leyenda ¿Creerían sus pueblerinos que la criatura que los protegía, era este antiguo ser? Como fuera, la historia no continuaba más allá. Las inscripciones seguían, pero parecía ser otra historia.

"El Primer Señor de la Sangre, una historia solo contada a través de nuestra estirpe. Fuera del palacio se cuentan las historias de la guerra y como el Primer Señor de la Sangre conquistó a sus enemigos, es una historia para el pueblo, una historia falsa. Leyendo esto, noto que inclusive la historia que se nos cuenta a nosotros, como Señores de la Sangre, escrita en los libros, también difiere de esta."

Mugh se quedó pensativo observando las letras, recordando lo que decían sus libros.

"El Primer Señor de la Sangre fue un glorioso Dios Sangriento que se despojó de su título cuando se lo otorgó al antiguo Rey de la Ciudadela. Él descendió de donde habitan los Dioses Exteriores y nos salvó del hambre y la guerra, fuimos gloriosos de tenerlo, y él nos mostró su gracia otorgándonos su divinidad a la Familia Real, su nueva estirpe hasta que cayó en la erosión de la consciencia."

Tras recordar uno de sus pasajes, tocó la pared pensativo.

"Tal parece que inclusive nosotros pudimos ser engañados. Nuestra raza no es tan divina como pensamos. Embaucados y engatusados ¿Pero para qué? ¿Qué ganarían nuestros antepasados ocultando estos hechos? Si el Primer Señor de la Sangre fue un monstruo nacido de la guerra, la suciedad y los cadáveres, solo nos hace a nosotros, sus sucesores mierda de la mierda. A esta altura hemos demostrado ser capaces de tener el mando ¿Por qué tendrían miedo de que se revelase esta información? ¿O fue solo olvidada con el paso del tiempo?"

Mugh continuó su lectura.

"El Sangre Albina permanece en los espacios infinitos, más allá de las dimensiones. Se dice que se filtra por los poros de la realidad, y su maldición encaja carcomiéndose a los incautos que tuvieron el dudoso honor de desvelar su horror inmundo. Nyandrak permanece escrito en los hechizos de estas tierras lejanas de donde muy pocos han logrado volver."

Mugh jamás había escuchado sobre ello ¿Una entidad que permanece? ¿Más allá en espacios infinitos?

"El Dios Exterior Nyandrak solo ha sido contenido por el gran Yishaer, el Daeva Dragón, un ser cósmico cuya naturaleza es capaz de sacudir las branas multiversales. Se cuenta que, es un ser omnisciente cuya naturaleza es solo metafísica y conceptual, dos entidades como estas son seguramente dos caras de la misma moneda."

La Melodía de FrenesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora