Tinnitus | Minho (XO, Kitty) Male Oc

006 | Confesión

Narrador Omnisciente:

Era un día por la mañana.

Oliver desayunaba un bowl de frutas con un poco de leche.

Hasta que de la nada, de la habitación salió Minho sin camiseta ni nada puesto, sólo un par de pantalones.

El cuál se acercó a la mesa de Oliver y tomó un rociador que usaba para su rutina de skincare.

Al verlo sin camisa, Oliver bufó.

—Minho, ¿podrías ponerte una camisa cuando estoy comiendo?— le preguntó Oliver algo enojado.

Minho rió.

—Oye, no es mi culpa que no puedas manejar esto.— contestó Minho señalando todo lo que cubría su camisa que justo no estaba donde debería de ir.

A lo que cerró sus ojos y disfrutó del rociador.

Mientras que Oliver se quedó viendo cada detalle de sus pectorales, abdominales y músculos.

Así que decidió pararse y acercarse a Minho, el cuál abrió los ojos al sentir su presencia cerca.

—Tienes razón.— le dijo Oliver con un tono coqueto. —No logro controlarlo.

Minho lo vio confundido y apagó el rociador.

—¿Tengo razón?— preguntó el coreano.

Oliver le quitó el rociador y lo puso sobre la mesa.

Justo para después acariciar un poco los abdominales de Minho y subir esa mano lentamente a su hombro.

—Estás muy sexy.— le susurró Oliver.

Minho negó sonriendo.

Oliver envolvió el cuello de Minho con sus brazos y se trepó a su cintura, mientras que el coreano lo sostenía de los glúteos.

Los dos se veían fijamente. A lo que Oliver decidió quitarse la camisa, mostrando su torso poco marcado, aunque así le gustaban a Minho.

—Ay, Dios mío.— dijo el coreano sin aún poder creerlo.

Oliver puso sus dedos entre los labios de Minho.

Justo para que después Minho se acercara a él y estuviera a punto de besarlo.

Y de la nada, Minho se levantó eufórico, no le molestaba el sueño para nada, el único problema es que le sería algo incómodo ver a Oliver al otro día.

Así es, mientras Oliver estaba soñando con gatitos y perritos en la otra habitación, Minho había tenido un sueño sexual con él.

Todo había sido un sueño...

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Ya por fin era de día, y Oliver se encontraba acomodándose la corbata en el espejo de la sala.

Cuando de la nada, Minho salió de su habitación tranquilo, pero al ver a Oliver se avergonzó demasiado, ya que aún no salía de su cabeza el sueño sexual que tuvo con él.

—Oye, Minho.— lo llamó Oliver mientras lo veía por el espejo. —Llevas ahí sin hablar como dos minutos.

—Oh, sí, perdón. Es sólo que... estoy algo distraído. Anoche soñé algo que...— decía Minho, después volteó a ver a Oliver el cuál lo veía confundido, Minho recordó una escena de su sueño y negó rápidamente. —Olvídalo.

Minho se dirigió a la cocina y se sirvió un poco de café.

—Ayer alguien dejó unos chocolates en mi habitación. ¿No viste a nadie entrar al apartamento? Le pregunté a Kitty pero no tenían nota los chocolates, supongo que eran para ella.