Cambio de sexo.

¡Ya no tengo tetas¡

El despertador sonó a la cinco de la mañana. No sentía el cuerpo, lo único que sentía era mi cabeza explotar, tenía una resaca de los mil demonios.

—No debí tomar mucho anoche— musité en medio de la oscuridad, abrí los ojos en busca de mis anteojos y encendí la lámpara de mesa.Me volví a John, quien se encontraba dormido. En aquel momento recuerdo haberlo contemplado descansar por un largo tiempo hasta que despertó.

— ¡¿Quién eres tú?!— Me señaló al decirlo, luego de una carcajada que pegué él cayó al suelo.

— ¿De qué coño hablas John?— en ése momento me seguía mirando con cara de horror —Soy tu....— en aquel momento me percaté que el tono de mi voz era más grave que de costumbre —¿Qué mierda?...— me levanté y fui directo al espejo.

La misma cara de horror de John fue la que puse. No era normal, era un chico.Me dirigí a John asustada —¡John, mis tetas desaparecieron!— nos mirábamos incrédulos.

—¿Tetas?.... ¿Quién eres?—¡Soy Vriska!, Vrisko en este caso— él se detuvo a mirarme y luego de unos minutos reaccionó.

—Jolín sí eres tú....— titubeó antes de volver a hablar—¿Pero qué te ha pasado?.

—Es lo mismo que yo me pregunto.

Esa mañana discutimos por horas acerca de lo que podría haber pasado.

—¿Crees que Rose pudo haber hecho esto?....— se le veía más preocupado a él que a mi.

—¿La rubiecita novia de Kanaya? No, no hay razón para que haga esto—

—¿Entonces? Vriska, ¿Qué vamos a hacer?—

—¿Vamos?.... No John, voy a hacer— le corregí, tomándole de la mano— Todo va a estar bien John —le di un beso, cosa que lo alteró —¡¿Qué pasa John?!— Le mire cabreada y entonces vi su rostro.

—No soy homosexual Vriska...—Joder John, esto es más difícil para mí ¿Cómo crees que me sentí al ser rechazada... rechazado por mi novio?— Me levanté de la mesa y me fui a la ducha, tal vez duré mucho tiempo porque cuando salí, John se había ido.

—Tío.... ¿qué hice para merecer esto?— Ser una perra malagradecida dijo alguna voz que se me hacía conocida.... —¿Qué mierda?— miré a mi alrededor, no había nadie, ni una puta alma.

Me quise poner mi ropa, pero lamentablemente mi cuerpo de chica era demasiado pequeño al lado de mi nueva figura. Así que tomé la ropa de John, que me quedaba perfecta.

Salí a la calle, me dirigí donde Terezi, sabía que ella podía ayudarme.

A pesar de lo puta que me porté con ella. Pero así era nuestra amistad.

Llame a la puerta y enseguida se abrió.

—¿Quién eres?—Vriska, ¿quien más capullo? estuve a punto de decir, pero recordé que ahora tenía polla —Vrisk....— dije, cagandola.

—¿Qué quieres?—

—Vengo a ver a Terezi—

—No está—

—Joder Dave, vamos. Dile a Terezi que salga—

—¿Me conoces? Vale tío, te dejare verla, supongo que debes saber que somos pareja, ya que sabes mi nombre—

—Sí, sí, tío, dale— Entré, y Terezi hacía de desayunar, se le veía linda con su delantal rojo, sonreí al verla y ella me olfateó—

—Vriska?....— dijo, acercandose a mi— ¿Estás de coña?— comenzó a reír, burlándose, se había dado cuenta de lo que pasaba.