❝One-Shots❞ [ᵇˡᵉᵃᶜʰ] ✔︎

♡| 𝑮𝒊𝒏 𝑰𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂𝒓𝒖.

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[CAPÍTULO ÚNICO.]

“Solo una noche.”

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Oh mi dulce sufrimiento... ¿Qué soy yo, si no está él a mi lado?

Habían pasado días, quizá incluso semanas. No lo sabía con certeza, tampoco llevaba la cuenta de las noches eternas en las cuales simplemente lloraba a mares preguntándose una y otra vez, ¿por qué la había traicionado?
Debía admitirlo, su constante trabajo como teniente del escuadrón había acaparado la mayor parte de su tiempo, dejando a su novio a un lado. Fue un gran error que no notó al instante, los deberes como teniente eran aún más importantes y pesados que la atención de su noviazgo.

Fue su culpa. Ella había descuidado su relación, cortando poco a poco los lazos de su noviazgo; cosa que guío a su pareja a los brazos de otra mujer.

—Malory... —Llamo una voz femenina a su puerta, tocando con suavidad. —¿Estás despierta? —Cuestionó con confusión.

Intento guardar silencio ante el llamado, lo menos que quería ahora era que alguien la viera en ese deplorable estado. ¿Dónde estaba su amado novio cuando necesitaba de él? Oh claro, debía estar entre las piernas de la otra.

Un sollozo ahogado salió de sus labios aún cuando había hecho lo posible para mantenerse en silencio.
Rangiku estaba a punto de irse, pero la escucho y recostó el costado de su cuerpo en la fría madera de la puerta, intentando escuchar mejor. Otro sollozo más, indicio de que la pelinegra se encontraba dentro de la habitación.

—Se que estás ahí. —Admitió, su tono ligeramente más severo. —Vayamos a beber y cuéntame todo. ¿Si?

Matsumoto era tan comprensiva, ¿o simplemente quería una excusa para salir a beber? No lo sabía, tampoco le importaba. Solo quería beber hasta que sus recuerdos se distorsionaran.

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La rubia suspiro frotándose ligeramente la frente mientras sus ojos azules de fijaban en la mujer frente a ella, las botellas de sake vacías casi la rodeaban, un claro sonrojo en sus mejillas denotando que los efectos del alcohol ya estaban en su sistema. ¿Por qué había creído que salir a beber sería una buena idea? Estaba claro que lo último que necesitaba su querida amiga era una botella de alcohol.

Su figura balbuceando incoherencias debido a tanta cantidad de sake que había consumido.

—Malory. —Llamo mientras acariciaba el cabello negro de su amiga.

—Ran...Rangiku, ¡hip! Ne...Ne..Necesito más... ¡Quiero más sake! —Exigió la joven teniente arrastrando las palabras ante su claro estado de ebriedad.

Malory se extendió, tomando la botella a medio tomar que estaba aún lado de la rubia, arrastrándolo en su dirección envolvió sus brazos alrededor de la botella y se recostó en la mesa.
Rangiku por su parte, había decidido que ya tenía suficiente de su amiga, necesitaba descansar y bajarse la borrachera.

Mañana despertaría arrepintiéndose cuando la cabeza le palpitara, amenazando con explotar.

—Nos vamos. —Dijo firmemente.