Me extrañaste, me tuviste, me usaste, te enojaste y te fuiste.
Y no era la primera vez.
Me reemplazaste de un día para otro. Literalmente, pasó un solo puto día.
¿Por qué te gusta hacerme mierda?
Sabes que me tenes cuando queres, que por más mal que me hagas siempre voy a estar a tus pies. Que no soporto verte mal. No puedo fingir que no me importas. Siempre me importaste (después de odiarte, claro). En fin, no sé si con esto quiero hacerte sentir culpable o importante. Pero sé que no te sentis culpable por nada y que no te importa nadie más que vos.
Es más que estúpido escribirte esto que nunca leerás. Y aprovecho eso para decirte que te extraño demasiado.
