Capítulo 02: Si te escribo, ¿responderás?

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Hiori se despertó con el sonido de una alarma que no recuerda haber configurado. Estiró la mano para apagar el molesto sonido y se enroscó de nuevo en la cobija. Se sentía increíblemente cansado a pesar de haberse dormido temprano.

La puerta se abrió de repente, Hiori se acurrucó sobre sí mismo cuando el calor de las sábanas le fue arrebatado.

"Yo, levántate, vamos a trotar".

Su madre estaba de pie a un lado de su cama, con las manos en las caderas y un traje deportivo. Hiori parpadeó un par de veces antes de suspirar, se estiró como un gato perezoso antes de reunir la fuerza necesaria para levantarse.

El sol apenas estaba saliendo cuando ya estaban regresando a casa después de trotar un rato, Hiori ni siquiera se concentró en el tiempo ni en su resistencia, sabía que sus padres estaban anotando cada detalle necesario.

Cuando llegaron a la casa, su madre empezó a preparar un desayuno equilibrado y su padre calculó un nuevo régimen de entrenamiento. Hiori subió a su habitación, cerró la puerta detrás de él y se lanzó a la cama.

Su teléfono vibró y mostró una notificación de un videojuego, Hiori miró la hora y gimió contra una almohada; 6:47 am.

Se había quedado despierto hasta después de la medianoche jugando con la computadora vieja que había dejado en casa de sus padres cuando se fue al extranjero, había olvidado que sus padres seguramente lo levantarían temprano para mantener su forma incluso fuera de temporada.

Rin probablemente ya estaba despierto.

El pensamiento apareció en su mente de la nada, pero Hiori no se detuvo a inspeccionar más. Rin siempre se despertaba temprano para una rutina de yoga matutino, el tipo tenía una agenda para todo su día y siempre cumplía con todo su entrenamiento en un tiempo establecido.

Hiori vaciló en el chat de Rin, escribiendo un mensaje y borrándolo antes de enviar algo. Al final, se decidió por salir del chat y fingir que eso no había pasado.

Todavía ni siquiera era tan cercano a Rin, ¿no?

*****

Hiori miró hacia arriba mientras caminaba, el cielo estaba despejado y el sol lo hizo entrecerrar los ojos, pero todavía no se quitaría su sudadera, aunque se estuviera asando debajo de ella. Juventud, como diría Loki a pesar de ser de su misma edad.

El tintineo de las campanas anunció su entrada a la tienda de conveniencia, había una amable señora detrás del mostrador que sonrió cuando lo miró.

"Yo-chan, hace mucho que no te veía, ¿cómo te ha ido en el extranjero?"

Hiori dejó una botella de Yakult y un par de barras nutritivas en el mostrador, "No me está yendo mal, aunque las expectativas son más altas allá".

"Puedo imaginarlo, recuerda no presionarte tanto," La señora le entregó sus cosas con una sonrisa afable, Hiori siempre llegaba a comprar algo cuando se dirigía a la escuela o cuando regresaba de una práctica, así que puede decir que ella conoce un par de datos sobre su situación.

Hiori salió de la tienda y abrió la bebida; la había comprado por impulso, siempre elegía la misma cosa cuando entraba a una tienda de conveniencia. Al menos en Japón. Ahora, Shidou siempre le lanzaba bebidas carbonatadas o con sabores extraños, también le daba bebidas con alcohol, aunque esas eran confiscadas por Karasu.

Llegó a un puente que pasaba sobre un río y se detuvo en la mitad, apoyando los brazos en la barandilla y mirando hacia la distancia. El sonido del agua era relajante, y había algo con simplemente mirar el movimiento de la superficie y los reflejos en ella que le traía tranquilidad. Rin mencionó que le gustaba ver el mar, Hiori se preguntó si apreciaría la vista de un río al azar de Kioto.

Ye're my Home || Hiori Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora