voy a hacerte mía

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Sigue pareciéndome surrealista lo que pasó en ese parque pero no voy a negar que me pareció interesante, ¿Cuándo volverá a aparecer?. Cómo sea, estaba acostada en mi cama, eran como las nueve de la mañana y no me quería levantar, tenía mucho frío, estaba jugando con el teléfono hasta que alguien me llamó.

- hola...?-

- buen día bebé- se escuchó del otro lado.

- buen día Julián-

- ¿Cómo estás mi cielo?- que atrevido.

- ¿Bien y tú?-

- aburrido, con frío y con muchas ganas de tí bebé- ¿Qué carajos?, ¿Debería cortar?- ¿Desayunaste bebé mía?-

- no todavía, ni siquiera me levanté de la cama, tengo frío-

- hazme un lugar y voy a acostarme contigo-

- ¿Tú desayunaste?- quería conversar como un ser humano civilizado.

- ¿Te invito a desayunar bebé?, Yo tampoco lo hice-

- no, gracias- ir a algún lado con éste tipo era sinónimo de suicidio.

- okay, bye- que tipo raro.

- bye- y cortó.

Me levanté de la cama y comencé a vestirme. No sabía que pensar, ¿Debía decir que sí?, Porque creo que no se tomó muy bien el hecho de que haya rechazado su invitación. Este tipo no me dejaba pensar en otra cosa, su actitud me alarma pero a la vez me da curiosidad. Terminé de vestirme y estaba a punto de bajar a desayunar algo, mientras bajaba la escalera pegué un salto del susto porque un ruido se hizo presente, era de un claxon. Miré por la ventana y era él esperándome afuera de su auto, abrí la puerta, salí al porche y estaba a punto de preguntarle por qué estaba ahí, pero no me dejó ni hablar.

- sube- fué lo único que dijo.

- tú quieres que sea fácil- este tipo me trata como si fuese su sumisa o algo así.

- yo quiero que seas toda mía,- dijo acercándose- y vas a serlo-

- entonces deja de tratarme como si fuese una fácil-

- empieza a responderme como lo que soy, tu dueño.- dijo acercándose más- Y lo fácil me aburre, por eso te elijo-

- ¿Y quieres que te diga que sí a todo cuando apenas te conozco?, Eso sería ser fácil-

- quiero que sepas que me perteneces, ¿Está claro?-

- vas a tener que hacer más para que te responda lo que quieres Julián-

- no te preocupes que voy a conseguirlo, ahora, ¿Puedes subir al auto?-

- está bien, si tú lo dices- respondí rodando los ojos.

Me subí y él arrancó el auto.

- sí, lo dije y lo voy a hacer. ¿Edad?-

- dieciocho-

- yo treinta- no respondí nada, él siguió conduciendo un rato. - ok, sigue así-

- ¿Ahora qué hice?-

- no pones ni un poco de voluntad-

- si no hice nada-

- por eso, nada, no hablas-

- ¿Qué se supone que tenía que hacer?-

- no respondes-

- ¿y qué querías que responda?- al parecer solo estábamos dando vueltas en el auto, porque en ese momento frenó en seco en la puerta de mi casa.

- nada- respiró profundo e intentó volver a iniciar la conversación sin mirarme a la cara- cuéntame, ¿estudias?, ¿trabajas?-

- estudio, estoy en la secundaria- tampoco quería mirarlo.

- ¿último año?-

- ante último, recursé dos años, ¿Tú trabajas o estudias?-

- quiero ir a desayunar mi amor.- esta vez sí me miró y habló con ternura pero empezó a insistir con irnos de ahí- Y sí, solo trabajo bebé-

- ¿De qué trabajas?-

- soy contador- de vuelta se notó en su voz insistencia- mi amor, ¿Podemos irnos ya?-

- no estoy segura de irme contigo-

- amor quiero irme- se empezaba a notar fastidio en su tono de voz- no es tan difícil, solo tienes que quedarte sentada y pronto llegaremos- para este punto ya había levantado un poco la voz.

- no lo sé- dije mirando hacia abajo.

- ¿Qué?- parecía indignado y furioso.

- que no lo sé, no se si me siento segura estado contigo-

- bien, adiós- dijo haciéndome un gesto con la mano para que me fuera.

- otra vez- dije rodando los ojos a punto de abrir la puerta, pero esa acción mía se vió interrumpida por una frase suya.

- te haces la superada y difícil, pero no puedes venir a un puto restaurante conmigo- seguía indignado, ¿Yo que le hice?- aburres- dijo y aceleró, se fué como si nada.

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