Hunter

Capitulo 2

El domingo ha pasado antes de lo que pensaba, el cual he pasado encerrada en mi casa haciendo un trabajo de Literatura que debía entregar el miércoles.

El lunes por la mañana desperté cual zombi. Con el pelo hacia todas las direcciones y con legañas en los ojos. Después de una larga ducha salí envuelta en una toalla bastante corta y una vez en mi cuarto empecé a buscar, muy lentamente ropa para ponerme.

Escogí unos vaqueros negros apretados y una camiseta blanca con una frase escrita, mis vans negras y me maquille con un poco de rimel. Cogí una chaqueta por si hacia frío.

Como es costumbre, antes de salir abrí la ventana para dejar que el cuarto se ventilara mientras yo estaba en el instituto. Abrí los ojos desmesuradamente cuando vi al idiota de mi vecino andar a cámara lenta por toda su habitación vistiendo solo unos boxers negros. Estaba con los ojos entrecerrados y con su mano izquierda pasándosela por el pelo.
¡Dios mio! No me fije antes pero el chico no estaba nada mal. Pero nada nada mal. Tenia unos abdominales muy bien marcados, unos brazos, delgados y fibrosos y una espalda ancha y musculosa.
Vale, eso no quita que sea un idiota.

"Pero es un idiota muy guapo" dice mi subcociente.
Hago callar mis pensamientos cuando me doy cuenta de que me esta mirando. Se acerca a la ventana y aun sin abrirla me sonríe con prepotencia.

Cierro rápidamente la mía y me apoyo en la pared. Vale, mi vecino me ha pillado mirándole. Eso solo hará que su ego crezca un poco mas. Nada grave, ¿verdad? ¡Pues no! Era horrible.

Bajé las escaleras de dos en dos con la mochila en mi espalda y me senté en la mesa de la cocina.

Como siempre estaba sola. Mi hermano, Jason, estaba en la universidad y solo venía ciertos días a la semana. Mi madre trabajaba en el hospital casi 24 horas y a mi padre no le veía ni los fines de semana.

Tenía viajes de trabajo que duraban semanas enteras. Al principio era molesto para toda la familia, y mas para mi ya que estaba acostumbrada a ser la niña de papa. Pero ahora, siendo mas madura, ya no me hacían falta sus cuentos de buenas noches.

Desayune lo mas rápido posible y, al escuchar el sonido del motor aparcando en la acera de enfrente de mi casa salí corriendo. Amber odiaba llegar tarde a clase, y mas desde que nos pusieron una falta de asistencia por el simple echó de que me quedé dormida una vez.

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La mañana ha pasado bastante rápido, a la hora del almuerzo nos sentamos en una mesa redonda, con una bandeja de comida cada uno. Amber jugueteaba con su ensalada sin llegar a probarla mientras en su cara el cansancio estaba presente. Cristina mandaba mensajes de texto con el móvil mientras mordía su sándwich de atún, seguramente a su gran amor secreto. Tyler simplemente nos miraba a todas.

-¿Y estos ánimos?-levantó la voz-¡Veeeeeeeeenga chicas! Que es lunes.

-Dios, callate- Amber le tira un tomate cherry a la cara.

Lo esquiva sin ningún problema y la fulmina con la mirada.

-Efectivamente Ty, -digo yo- es lunes. Me muero de sueño.

-¿No has dormido tus 15 horas de sueño reparador, nena?-se burla Amber.

-Callate-digo.

-Se ve que no- comenta Tyler.

-Callate tu también.

-Vale, vale Bella Durmiente. -me saca la lengua.

Amber mira a Cristina, mueve la mano delante de su cara pero ella sigue con el móvil.

-¿Creéis que nos esta escuchando?-pregunta Ty mirando a Cris y después a Amber y a mi estratégicamente.

-Espera-comenta Amber. -...¡y entonces me encontré a su abuela sodomizando al perro!-grita ella- ¿Lo podéis creer? Debisteis ver la cara que ponía la madre...

Miramos a Cristina. Ni siquiera levantó la mirada.

-¡Cris tía!- grite yo.

-¿Que?- casi tira el móvil.

-Dejalo, me voy a clase.

Me levanto de la silla, tiro la comida aun sin probar a la basura y coloco la bandeja encima del cubo. Me doy la vuelta cuando choco con alguien y un plato de espaguetis vuelan hacia mi cara.

-Seras gilipollas...-digo mirando mi ropa manchada de salsa de tomate.

-Gilipollas no, soy Hunter.-dice el.
Levanto la vista y veo al idiota buenorro de mi vecino aun sosteniendo la bandeja y mirándome apuntó de reirse.

-Me has manchado entera, ¿acaso no miras donde vas?- puedo sentir la mirada de toda la cafetería puesta en nosotros dos.

Se acerco a mi y me susurró en el oído.

-El problema es que estaba mas atento mirándote el trasero, ¿sabes?- se ríe. -Le daba de nota un 7.

-Pues yo a ti te daba un 0, pero en coeficiente intelectual. -aprieto los puños y siento como me chirrían los dientes. - ¡Media neurona!

Salgo de la cafetería mientras escucho como dice:
-¡Pues así cabreada te daba un 8!

Son caps bastante cortos pero la verdad es que tampoco tengo tiempo para hacerlos mas largos. Subiré probablemente varias veces a la semana o cuando tenga un hueco. Es la primera vez que subo algo a Wattpad y se agradece que le deis a la estrellita o la recomendeis. Besazos!