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Hace mucho tiempo, dónde no existía artefactos eléctricos, cuando aún la naturaleza reinaba el continente, existió una dulce mujer de carácter intimidante, admirable en los pueblos... Su belleza era envidiada por las esmeraldas, las flores alababan su caminar, la calidez de su cabellera recorría cuál río adornado de piedras preciosas. Muchos la consideraban la hija de la madre tierra... porque no solo era alguien de atractivos dotes... también poseía la fuerza de quinientos hombres, la agilidad del viento e ingenios para destruir al oponente.

Ella era... “La guerrera Guaymi” Temida por los enemigos, la heroína de su tribu, traidora en su familia. En su sangre recorre el valor de dar honor a su gente, nunca le temió a nada, nunca fue una cobarde, enfrentó cada error sin importar la consecuencia. Una mujer capas de cumplir sus hazañas... Hasta que un tímido día de primavera conoció una emoción diferente...

Da una fuerte patada al árbol donde escuchó el crujir de una rama. ---¿¡QUIÉN ANDA AHÍ!? ---El tronco deja caer unas cuantas hojas hasta aterrizar enfrente de sus ojos al rey quién debe proteger. ---Tjër Di... Debí suponerlo. ---El hombre suelta una risa sonrojado.

El gran y poderosos “Rey Tjër Di” un hombre de mente fría y controladora. Se lo conocía por su aspecto conservado, alguien de pocas palabras quien con una sola mirada podía declarar una muerte a sus propias manos. Aún así, su inteligencia y curiosidad del mundo eran las principales características las cuales le daban virtud. Llevaba la sabiduría de un sabio junto la audacia del experimentar de los niños al realizar preguntas deleitadas para conocer su propio entorno. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo empezó? ¿Por qué empezó? ¿Por qué funciona así? ¿Por qué no funciona de otra forma? Éstas y miles de cuestiones más podías oír al pasar a lado suyo. Su habilidad de reinar compensaba la rareza de su intelecto en siempre querer conocer más, él prefería morir sabiendo que vivir siendo ignorante.

Sus piernas tambalean. ---H-ho-la Gu-uay-mi. ---Avergonzado de tartamudear enfrente de la dama, regaña a su mente de ser débil a comparación de ella.

Moviendo su pie en círculos sobre el pasto testigo de ellos, extiende la mano para ayudarlo a levantar. ---Rey Tjër Di, lo estuve buscando. ---Al ser recibida su ayuda, el tacto de ambos se junta dando una explosión de estrellas en el estómago, traga en seco manteniendo su postura fuerte.

Al ser levantado casi vuelve a caer por los temblores corporales. ---S-sí... y-yo bu-busca-aba a-al-go pa-a-ra tí... ---
Agarra aire extendiendo los brazos, en la palma de su mano yace un collar de perlas cuál oro junto a zafiros y flores. ---A-am-o t-tu-s oj-os az-ules... qu-i-se ex-pr-esar e-so e-en... Agh... ---Baja la cabeza al suelo enrojecido y encogido.

No hubo una respuesta al instante. La mujer valerosa logra sentir como su corazón latía a un pulso inusual, nunca antes le había ocurrido estar agitada. Con el rostro hirviendo, toma en cuidado el presente, la joya denotaba estar dedicada en detalles. ---¡AAAAAAAHHHHHHH! ---Exclama entre los susurros de las plantas espantando a las aves, sin saber cómo reaccionar, sujeta el rostro del rey para verse, sin querer, combinan unos segundos el azul mar de ella con el rojo fuego del noble fiel. ---¡¡E-es muy lindo!! ¡Gracias! ---

Agranda el mirar al notar una cualidad única. ---T-tu-s oj-os... s-son c-como es-tre-llas... ---Al percibir su sutil risa por primera vez, se planteó ese mismo día en amarla cada día.

Un rey y una guerrera formaron la alegría de cada tribu, ambos serían la salvación, prosperidad, pero sobre todo, el inicio de una vida nueva... Muchos lo consideraron la bendición de los dioses al regalarles un príncipe quien heredaría los dotes sobresalientes de sus padres, valiente como la madre, sabio como su padre. Traería honor a las tierras... sin embargo el destino dió planes distintos al “Príncipe guerrero”.