2. La Selección

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Al llegar de nuevo a Hogwarts Dumbledore nos había encontrado un lugar para nosotros dos, al menos hasta que fuéramos seleccionados. No estaba muy convencido de que fuera una buena idea.

Lo único en lo que pensaba, era en como sacar de aquí a Lucy e irnos de vuelta con nuestros hermanos.

¿Acaso ya no habían dado por desaparecidos? ¿O seguían durmiendo profundamente?

No podía saberlo con certeza y eso me preocupaba porque no quería quedarme aquí para siempre, me negaba a pasar un segundo más aquí, pero a Lucy se le veía demasiado emocionada por este mundo y quería saberlo todo.

Yo entendía su emoción, aún era una niña pequeña que quería saberlo todo, aunque bueno yo también era un niño pequeño de alguna forma, el caso aquí es que quería irme de una vez a casa.

Lucy se había quedado en la habitación y yo, en cambio, había decidido ir a dar una vuelta por el gran colegio, no sabíamos cuanto tiempo estaríamos, pero esperaba que no fuera tanto.

De pronto me choqué con alguien haciendo que las cosas de esa persona cayeran al suelo y la escuchara susurrar algo. Pude ver que se trataba de una chica de cabello castaño demasiado rizado. 

Le di mi mano y levantó la mirada para verme.

—Siento mucho haberme chocado contigo, iba demasiado distraído —me excusé ayudándola.

—No te preocupes, yo debería tener cuidado y dejar de correr por todas partes —tenía unos bonitos ojos marrones y un muy lindo rostro.

—Da igual, de todas formas quiero disculparme —ella asintió.

—Pues acepto tus disculpas, por cierto, ¿cómo te llamas?

—Edmund Pevensie, ¿y tú? —ella me miró con una pequeña sonrisa.

—Hermione Granger, es un placer conocerte. No te vi en el tren, pero bueno, ¿estás nervioso por la Selección?

¿Qué podía decirle? Solo desde hace poco sabía del mundo mágico, ni siquiera sabía que podría decirle, aunque podría fingir, lo menos que quería era que nada saliera mal. No quería que nada malo nos pasara.

—La verdad que no, sinceramente me da igual donde vaya a quedar, creo que todas las casas son buenas opciones, sinceramente —ella asintió manteniendo su sonrisa.

Una linda sonrisa no iba a negarlo.

—¿Y tú?

—Bueno, no lo voy a negar, estoy un poco nerviosa porque una parte de mí no quiere acabar en Slytherin, dicen que hay muchas personas malas ahí, que solo les importa la pureza y bueno, dudo que yo, siendo hija de Muggles, les agrade la idea de que acabe ahí.

Yo seguía sin comprender por qué tanto odio a los hijos de Muggles, la profesora nos había contando algunas cosas y seguía sin saber del porqué, ¿qué tenían de malo? Yo pienso que cada uno merecía el mismo respeto.

—No entiendo del porqué tanto odio hacia los mestizos y más aún a los hijos de Muggles, todo el mundo es capaz de hacer grandes cosas sin importar nada.

—En eso tienes razón, no lo voy a negar. Pensaba que eras uno de esos chicos que tenía esos ideales.

¿Yo? Ya lo que me faltaba ser como uno de esos idiotas, era a veces tonto, pero no tanto.

—Mira tendré cara de idiota, pero tampoco lo soy tanto —ella soltó una pequeña risa.

—No dije eso, bueno, tal vez no directamente, pero no me puedes culpar —la vi divertido mientras asentía.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2023 ⏰

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