Tras mi primera semana en esta escuela, tenía que decir que no había sido lo que esperaba. Varios de mis compañeros no trataban de poner atención en clase, se dormían y llegaban tarde. Ningún maestro daba alguna advertencia, por lo que nadie se lo tomaba en serio. En una escuela que fue creada para formar a los futuros líderes del país, los maestros no podían mostrar tan poco interés, era extraño por donde lo mirara. Lo bueno es que eso podía significar que no necesitaba sentarme atrás para poder comer en clase.
Tampoco había nadie que hiciera de líder y tratara de hacerlos cambiar o al menos hacer que lo consideren, pero yo no tenía derecho de quejarme por eso, porque yo tampoco trataba de guiar a mis compañeros.
No voy a mentir, llegar tarde y dormir en clase... todas esas son cosas que me gustaría hacer, pero si las hiciera, mis calificaciones serían muy malas y no es que yo sea muy bueno en la escuela para empezar. Así que si no me concentraba, terminaría reprobando.
Tenía algo de envidia por como todos se lo tomaban con tanta calma, pero también estaba decepcionado por ver que mis compañeros no parecían ser personas que se esforzarían para cumplir cualquier meta, como yo esperaba antes de entrar.
"¡Goku!"
Uno de mis compañeros de clase me llamó—Ike Kanji—alguien que dice que su meta era conseguir una novia linda.
"Hola," lo saludé mientras caminaba a nuestro salón.
"¿Cuántos números de chicas tienes en este momento? ¿Podrías pasarme alguno?"
Aunque nunca le haya dicho a Ike que conseguir números de chicas fuera mi pasatiempo, esta no era la primera vez que me preguntaba sobre eso y tampoco parecía que sería la última.
En realidad siempre que me hablaba tenía que ver con esas cosas.
"Tengo los mismos que la última vez que preguntaste," le respondí.
Aún si hablar de este tema con él no era algo que me interesara, era divertido oír lo que tenía para decir.
"¡Tienes que estar bromeando, todo el tiempo escucho a las chicas hablar de ti! ¿Nadie se te ha confesado todavía?"
¿Confesarse después de una semana? No sabía que tan enserio hablaba, pero eso es lo que lo volvía divertido.
"Supongo que es mejor así... no me gustaría que te nos adelantaras," continúo Ike dándome una pequeña palmada en la espalda. "No es por presumir pero el viernes Kushida-chan me miró por un momento, ¿crees que le gusto?"
Sentí como una gota de sudor recorría mi frente cuando él dijo eso.
"Pregúntale a Yousuke, él siempre está rodeado de chicas. Tal vez a él le puedas pedir por números," le dije sin prestar atención a lo que dijo sobre Kushida.
"¿A Hirata? ¡Ni de broma hablaría con él, preferiría estar una semana sin poder ver a Kushida-chan!" Ike exclamó como si hubiera dicho el peor castigo posible.
Rápidamente su expresión de desagrado cambio por una de felicidad, como si hubiera recordado algo.
"¿Sabes qué día es hoy?" Él dijo con entusiasmo.
"¿Lunes?""
"¡No, bueno si, pero eso no es a lo que yo me refería! ¡Hoy tendremos clase de natación, no puedo esperar por ver a las chicas en traje de baño!"
Dentro del salón, Ike no cambió de tema. Otros dos compañeros se 'unieron' a la conversación.
Haruki Yamauchi— él no era muy diferente a Ike. Ambos se la pasaban hablando de chicas la mayoría del tiempo. La diferencia entre él e Ike es que a Yamauchi le gusta hablar de todas las novias que tuvo en la secundaria, aunque nadie cree nada de lo que dice.
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Classroom of the Sexlite
FanfictionUn joven llamado Son Goku decide ingresar a una academia que parece garantizar resolver la vida de quien se gradúa de ella, pero él no escoge esa escuela con esos propósitos, sino con el fin de cumplir una meta distinta a esa; conseguir la victoria...