Capítulo 1

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Llegó el día de salida familiar, estaba con mi hermana en el auto dirigiéndonos a nuestro destino, podría decir que íbamos a una feria recreativa con temática de fanatismo de novelas audiovisuales provenientes de Japón. En el fondo una feria Otaku, revisaba la hora mientras escuchaba cantar a mi hermana canciones de Tuaizu.

Ya nos falta poco para llegar, era una experiencia muy importante, ya que, dentro de los grupos invitados, también se encontraba este mismo, el que vamos escuchando en el auto. Además, no era cualquier feria otaku que se encontraba por ahí, ya que pagábamos entradas y no estaban muy accesibles para un público, las entradas más baratas se habían agotado en tiempo récord, lo bueno es que llevaba ahorrando mucho tiempo para este momento.

- ¿Qué hora es? – preguntó mi hermana.

- Veinte minutos para las dos de la tarde – respondí con una sonrisa.

- ¿A qué hora empieza el concierto?

- Pues por lo visto podemos recorrer el recinto, y comprar cosas por 2 horas antes que empiece el espectáculo.

- ¡Entonces vamos a disfrutar! – gritó con mucha felicidad.

Esperando el semáforo que cambiara a luz verde, comencé a reflexionar sobre mis sueños recientes. Durante la última semana, había experimentado una serie de sueños inquietantes que despertaban en mí un sentido de urgencia y deber. Estos sueños parecían ser diferentes a los habituales, con una intensidad y una sensación de realidad abrumadoras. Me aterraba la idea de que pudieran ser señales de que debía enfrentar algo nuevamente, algo que había dejado atrás hace mucho tiempo. Era un mundo irreal para muchos, pero para mí era un infierno que logré escapar.

Desperté de mis pensamientos y aceleré rápidamente cuando la luz verde iluminó el semáforo. Intenté tranquilizarme mientras conducía, pero el sudor frío continuaba corriendo por mi frente. La sensación de temor se apoderó de mí mientras recordaba los horrores de mi pasado. Mi vida pasada había dejado cicatrices profundas en mi ser, y el simple hecho de perderme en mis pensamientos me recordó lo fácil que sería volver a caer en la oscuridad.

- Rorro, ¿Está todo bien? – preguntó mi hermana.

- Sí, todo bien. Solo me distraje un poco. Vamos a disfrutar de este día juntos – Traté de ocultar mi incomodidad y respondí con una sonrisa forzada.

Aparcamos el auto dentro del recinto de la feria y nos dirigimos emocionados hacia el lugar. Mientras caminábamos, el bullicio y la animación de los fanáticos otakus se apoderaron de nosotros. Los cosplayers paseaban por todas partes, los puestos de mercancía ofrecían una amplia variedad de artículos relacionados con nuestras series y personajes favoritos, y el sonido de las canciones de los artistas invitados se mezclaba en el aire.

Recorríamos los pasillos, admirando las exhibiciones y deteniéndonos de vez en cuando para tomar fotos con nuestros personajes favoritos. La energía y la emoción en el ambiente eran contagiosas, y poco a poco lograron alejar mis pensamientos.

Después de un tiempo caminando y explorando el recinto, el tiempo se acotaba cada aún más para el gran espectáculo, para entonces nos dirigimos al área principal donde se llevaría a cabo la puesta en escena principal. La multitud se congregaba frente a un enorme escenario adornado con luces brillantes y pantallas gigantes.

Mi hermana y yo fuimos en busca de nuestros lugares de las entradas que habíamos comprado. Miré alrededor y noté la diversidad de los fanáticos presentes: desde jóvenes entusiastas hasta adultos apasionados. Todos estábamos allí por una razón: el amor por las historias que nos habían brindado momentos de escape e ilusiones.

Despertar de la Oscuridad: En busca de la graciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora