Despertar de la Oscuridad: En busca de la gracia

Chapter 3

"Ya me conoces, y yo te conozco. Eres la razón por la cual estamos aquí, mi mejor guerrero".

Una débil voz resonó dentro de mi cabeza, dejándome aturdido y confundido. ¿Quién era esa voz y qué quería decir con "mejor guerrero"? Las preguntas se agolparon en mi mente, pero antes de que pudiera intentar comprenderlo, empecé a ver cómo mi mundo de colores se consumía por la oscuridad.

"Te esperaré en el otro lado. Muchas gracias por darme la oportunidad de conocer a nuestro mejor guerrero, pero ahora no es el momento de que vengas. Debes salvarlas, pero para cuando completes tu misión, nuestro contrato se cumplirá y volverás conmigo."

Abrí los ojos de golpe y me encontré en medio de un escenario caótico. El humo y los escombros envolvían el aire. Me duele la cabeza.

- ¿Javi? – pregunté.

Tengo mi cuerpo muy adolorido y mi vista borrosa. ¿Qué pasa?.

- ¿Javi? Responde, por favor.

Mis sentidos se agudizaron y busqué a mi alrededor, buscando desesperadamente a mi hermana. Miré hacia el frente y vi el vidrio del auto con un agujero, alguien había sido expulsado fuertemente desde el auto.

Miré hacia un lado en búsqueda de mi hermana. Mi corazón se llenó de alivio al encontrar a Javi con la bolsa de aire cubriendo la mayor parte de su cuerpo.

- Javi, respondé por favor. Javi... Javi – mi voz de dolor y angustia aumentaba.

El pánico se apoderó de mí mientras le quitaba la bolsa de aire que la había salvado de ser expulsada. Seguí llamándola, pero mis esfuerzos de obtener alguna respuesta se apoderaban más, la abracé con fuerza.

No sentía respiración por parte de Javi, por lo cual, mi cuerpo aumentaba de temperatura, dolor, pánico, rabia, miedo y angustia se apoderaba de mi conciencia. Mientras sostenía a Javi en mis brazos, tratando desesperadamente de hacer que mi hermana volviera a estar consciente, una voz familiar se hizo eco en mi mente.

- Rorro... – Una voz con dolor dijo mi nombre.

Mis ojos se abrieron de par en par y giré mi cabeza hacia atrás para encontrarme con Chaeyoung, con su nariz sangrando y con una mirada preocupada en su rostro.

- ¿Qué pasó? – me preguntó, quejándose por el golpe que había recibido. – ¡Me duele, me duele! Mi nariz.

- Hermano – la voz de mi hermana resonó en mi oído.

- ¡Javi! ¡Hermana perdón! ¡Perdón! – Entre lágrimas gritaba a su lado, mientras la abrazaba.

- ¿Y Dahyun? – con voz preocupante preguntó Chaeyoung.

Mis ojos se abrieron más de la cuenta, buscando desesperadamente a Dahyun entre el caos y el impacto del accidente. Finalmente, la encontré, tendida en el suelo a poca distancia del auto. Salí en busca de ella, sintiendo el corazón latir desbocado en mi pecho.

- Dahyun... ¡Dahyun, despierta! – grité, arrodillándome a su lado y sacudiéndola suavemente. Su cuerpo estaba inmóvil, y una sensación de temor se apoderó de mí.

- Rodrigo... – susurró, su voz cargada de dolor.

Mi alivio llegó cuando, recibí su respuesta y comenzaba a moverse, abriendo lentamente los ojos. La sangre manchaba su rostro y sus manos temblaban levemente.

- Así que tu eres el conductor del auto – una voz detrás mío, empezó a reírse – Hey, Senjo-san ven a ver a quién tenemos aquí.

- Mira, mira, mira. Rodrigo ¿Eh? – empezó a reírse – ¿Cómo terminaste en esta situación? ¿Cómo es que? ¡Tú! ¡Llegaste a aquí!.