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Bible estaba de un humor de los mil demonios.

¿La razón? Su conversación con su esposo. En su mente podía imaginarse a Biu disfrutando hacerlo rabiar. Desde el día de su discusión, esto se volvió una competencia de ver quien hace enfadar más al otro. Hasta el momento, Build iba a la delantera. Sí, era cierto de Ble se inventaba razones absurdas para no firmar, todas ellas cosas que sabía Biu jamás aceptaría. Sin embargo, lo del apellido lo tomó por sorpresa.

Estaba mirando su computadora cuando el teléfono de la oficina sonó.

—Soy Apo, Bible. Tu hija está por nacer.

—¿Qué dijiste? — Bible preguntó, deseó de todo corazón haber escuchado mal.

—Se rompió la fuente de Biu, vamos rumbo al hospital, corre imbécil. —Apo le colgó la llamada.

Bible tenía una mezcla de emociones en el interior, estaba feliz por el nacimiento de su hija pero triste porque no estuvo allí cuando debía estarlo. Sacudió la cabeza en un intento de despejar su mente.

Tiene que llegar.

Sin importarle que aun seguía en horario laboral, salió de la oficina topándose con su primo Mile en el pasillo.

—¿Adónde vas? Tenemos una junta. —lo regañó.

—Mi hija está por nacer, Apo me llamó hace unos minutos, van de camino al hospital.

—Vamos entonces.

—¿Y la junta? —preguntó Ble ahora preocupado.

—Que la cancelen.

Y así los dos salieron en el automóvil de Mile rumbo al hospital.

***
Build.

—¿Del uno al diez que tan fuerte es el dolor, señor Puttha? — preguntó mi doctora.

¿Por qué está haciendo preguntas tan estúpidas en este momento? ¡Es obvio que es insoportable! La miré con desdén arrugando el entrecejo antes de responder.

—¡Diez, carajo! — grité con desesperación.

—Vamos a preparar el quirófano para la cesárea. — dicho eso salió de la habitación, dejándome con Bible que se ha mantenido a mi lado sujetando mi mano.

—¿Quién te aviso? —pregunté, tratando de desviar mi atención del dolor de las contracciones a mi esposo. Volteé el rostro hasta mirarlo, tenía la mirada fija en la pared frente a él, parece una estatua. —¿Bible? —Sacudí su mano, lo que pareció funcionar porque enseguida me mira.

—Ah, sí. Apo llamó a la oficina. ¿Dónde estabas?

—En casa de Tong. — farfulle, él suelta mi mano acto seguido se sienta al borde de la cama. —Nos reunimos para ver unas cosas de la boda de Job y Bas, fue cuando comencé a sentir dolores, y al tratar de ir al baño sentí mi pantalón húmedo. Ni siquiera le pude avisar a Ta, ayer no llegó a casa.

—Lo sé. —afirma. —Se quedó con Jeff, deben estar camino para acá, les avise en cuanto llegué.

—Ya va a nacer, Ble. —Susurré. Tocando mi vientre, el dolor seguía presente pero al menos ya no era tan intenso.

—Acuéstate de lado. — ordena.

Asentí antes de llevar la acción a cabo y unos segundos después lo sentí hacer lo mismo. La cama no era muy grande, así que estamos apretados.

—¿No me extrañas, cariño? ¿No quieres dormir conmigo otra vez? —Llevó su mano a mi cadera hasta llegar a mi vientre, logrando pegar más nuestros cuerpos. Debía admitir que al menos estaba distrayéndome de las contracciones, sentí sus labios rozar mi garganta con suavidad, besó y chupo allí. Mierda, alguien puede entrar y al idiota de mi marido no le importa. —¿No extrañas que te haga el amor? ¿No quieres tenerme de nuevo entre tus piernas? ¿Ya no me amas?

Mini AU Casi Divorciados |BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora