✪ HISTORIA/FANFIC ORIGINAL⁑
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Esta historia es el remake del antiguo fanfic "Récord of Ragnarok: Last Hope" de mi misma pertenencia. El transcurso de la historia como la mayoría de personajes presentados son enteramente de mi propiedad, lo úni...
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─ La primera ronda terminó… ─
Dentro de la oscuridad de una habitación un gran catálogo de rostros legendarios se hacía presente a través del llamado del longevo registro de akashikos, una lista que almacenaba miles de millones de almas reconocidas y guardadas por las valquirias a lo largo de estos siete millones de años desde la creación del primer hombre en pisar el mundo.
Y ahora, no siendo más que el arma que llamaría al siguiente defensor de la humanidad, y aquel que pondría en juego su vida peleando contra un dios por la oportunidad de preservar la vida mortal.
─ Napoleón Bonaparte. ─divago la tenue voz de Brunhilde, pasando por la imagen de aquel héroe. ─ Fallaste… ─
Y cruelmente deshaciéndose de ella echándola hacia un lado. A donde se viese podían verse hombres y mujeres con renombre global; Einstein, Julio César, Zenobia, George Washington… pero ninguno era candidato a llamar la atención de esta valquiria, sus ojos estaban firmemente puestos sobre la lista de participantes elegidos para cada bando, todos ellos hombres de gran porte en los que no se podía desconfiar.
Ivan el Terrible, Erik el Rojo, Doman Ashiya… ¿cuál debería ser su siguiente movimiento a partir de ahora que los dioses tenían la delantera?
─ E..es.¿Estas segura de esto? ─dudó Geir desde la espalda de su hermana. ─ ¿Hay alguien tan capaz como el señor Napoleón en esa lista? ─
Está vez la mujer se tomó el tiempo de oír a la joven valquiria, agachando su cabeza mientras que infinidad de pensamientos e ideas recorrían su cabeza.
¿Hay alguien tan capaz como Napoleón? Alguien lo suficientemente valiente para arriesgar su vida y lograr lo que nadie más puede hacer… un hombre que juegue con la suerte tanto como lo hizo el emperador carmesí. Brunhilde pasó su vista por la lista una vez más, nombres descartados tras otros por diferentes motivos, sus dudas la empezaban a carcomer cuando repentinamente su celular vibro y con esto un mensaje de la administración la hizo sacudirse al mismo tiempo en que Geir se asustaba por lo que vio.
Y entonces una suave pero letal risilla transformó las preocupaciones de Brunhilde en una muy certera sonrisa digna de una doncella guerrera, y fue entonces que finalmente lo decidió…
¡Él será el siguiente!
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