Geo y yo llevamos varios meses intentando trazar el plan perfecto para la misión; en varios intentos lo hemos conseguido, pero entonces nos ponemos a pensar en las consecuencias y volvemos a empezar, por ello seguimos sin tener nada. Porque aunque parezca mentira sí, nos preocupamos por las consequencias.
De verdad, esto de trazar planes puede resultar muy frustrante.
Al cabo de unos meses, una mañana de domingo (es nuestro día libre), nos levantamos inspiradas.
- Aqua, despierta - Me dijo Geo mientras tiraba de mi brazo.
- Todavía no, que es domingo. - Le respondí de manera perezosa y con voz dormida.
-Tengo el plan perfecto. - Sentenció orgullosa.
Y, como por obra de magia, me levanté de un salto.
A ver si eso lo haces todos los días, creo que te ahorrarás disgustos.
Y dolores.
Pues si.
- Vale, voy a por papel y lápiz, tu ves a darle una infusión para dormir a Pedro para que no nos moleste en todo el día.
Pedro es lo peor, os molesta hasta en vuestro día libre.
No me digas, consciencia, no me digas.
- Voy. - Anunció orgullosa Geo al saber que ella también podía participar en nuestra misión.
Pasaron varios minutos hasta que Geo entró feliz a nuestra pequeña habitación. Por fin pudimos empezar a trazar el plan.
Pasamos varias horas dentro de esa habitación rebosando de ideas. Hasta que la habitación acabó llena de papeles arrugados, algunos cerca de la papelera y otros tirados encima de nuestras camas. en ese instante nos dimos cuenta de que la infusión dejaría de hacer efecto pronto y de nuevo, Geo fue a darle otra infusión para dormir. Tras mucho rato de ideas fallidas, al fin lo tuvimos. Solo faltaba fabricar los instrumentos y preparar mi mochila con todas las cosas necesarias y la comida para varios meses.
Este fue nuestro plan:
El maravilloso y perfecto plan.
Calla y escucha consciencia.
1. Nos levantaremos el domingo dentro de un tiempo, yo partiré pronto y ella se quedará en la habitación hablando con el móvil conmigo para informarnos de la situación.
Móvil que por cierto, tenéis que fabricar.
Gracias conscienscia, no nos habíamos dado cuenta.
2. Salir de casa sigilosamente hasta llegar al oscuro bosque que lleva "directo" hasta el castillo del mago. Donde no se pueden ver o me capturarán.
3. Seguir el camino hasta el bosque donde yo pasaré demasiado tiempo caminando por el camino hacia el castillo del malvado mago.
Lo que nadie dice es que ese camino es muy largo para un hadita como tú y además será en invierno.
Ya sé que será difícil, pero tengo que hacerlo por el bien de mi comunidad.
4. Derrotar al mago con ayuda de los instrumentos de Geo y avisar a mi amiga de la victoria.
Ese mago es el más poderoso del mundo, no será fácil derrotarlo.
Como he dicho antes, tengo que hacerlo por el bien de mi comunidad.
5. Al volver a casa, ambas tendremos que ir a liberar a todos los seres fantásticos del mercado para que todo vuelva a ser como antes.
Un plan muy sencillo que solo se podrá ejecutar si no te matan..
No me digas, consciencia, creo qie por eso hemos tenido que repetir el plan más de mil veces.
Creo que al final Geo y yo hemos decidido escoger esta misión porque era la menos peligrosa.
Los días pasaban y con ellos las semanas. Cada vez teníamos más prisa por terminar los aparatos, y además, a cada minuto que pasábamos ahí dentro intentando terminar el plan, Pedro se acercaba, nos gritaba y si no le haciamos caso inmediatamente normalmente nos pegaba.
Aunque solo lo haciamos en nuestro tiempo libre.
Es que a Pedro no hay quien lo entienda...
Tras muchos meses de preparación, llegó el día en que tuve que irme. El día empezó según lo planeado, nos levantamos muy temprano y Geo fue directamente a coger mucha comida de la nevera para mi largo viaje, mientras que yo, fui a darle una infusión a Pedro para que durmiera más rato.
Salí temprano de casa, con la mochila cargada a mi espalda y muy asustada, aunque intentando no aparentarlo. No se porque, pero tenía la sensación de que nada saldría mal.
Eso espero Aqua, eso espero...
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La poderosa varita
FantasySINOPSIS: Hace mucho tiempo, el mundo estaba habitado por humanos que tenían como esclavos a todos los seres fantásticos que tu cerebro es capaz de imaginar. Los humanos les obligaban a trabajar haciendo todo tipo de tareas. Los seres fantásticos...