Capitulo 1:Juzgando al projimo

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Punto en blanco en Seúl, Corea

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Punto en blanco en Seúl, Corea. Septiembre, 2020.

Alrededor de las siete de la tarde un joven de 17 años con espesa cabellera negra caminaba de regreso de la iglesia con la cabeza baja, tan solo en cada paso que daba pateaba una pequeña piedra con la punta de su zapato negro.

Soltó un suspiro cuando pateó la piedra tan fuerte que esta salió volando lejos del muchacho.

Revisó ambos lados de la calle para revisar que ningún coche se atravesara, a pesar de que en el pequeño pueblo en las afueras de Seúl no fuera muy transitado, JungKook revisaba antes de cruzar la calle qué ningún auto se viera por el pavimento, así que emprendió camino por el peatón.

― ¡Cuidado! ― cruzó los brazos para cubrir su cabeza al ver la bicicleta pedalear con velocidad hacía él.

Esperó el golpe al ver la fuerza con la que iba la bicicleta pero este nunca llegó, en cambio escuchó un estruendo que resonó entre metales y hule.

Descubrió su cabeza y volteo hacía donde el ruido estruendoso sonaba.

La bicicleta estaba entre bolsas y botes de basura, JungKook abrió los ojos sorprendido y corrió hasta la persona que estaba ahí. Ni siquiera se dió cuenta de quién era, el impacto fue tan rápido que ni siquiera tuvo tiempo de hacerse a un lado o ayudar a quien portaba la bici.

― Ay, ay, ay dolor ― JungKook movió la bicicleta y con cuidado la posicionó a un lado de un poste.

Comenzó a levantar los botes de basura y se quedó pasmado al ver a un joven de ojos avellana y lindo cabello rubio quitándose una bolsa blanca de basura de encima, su estómago se revolvió de una forma que hizo que un cosquilleo se extendiera por su vientre y su piel se erizo.

― Oye, ¿estás bien? ― el chico alzó la mirada y por un momento JungKook pudo jurar que sus ojitos brillaban.

― Wow ― JungKook sonrió levemente divertido y enarco una ceja.

― Gracias al cielo son botes de basura de la librería.― tomó su brazo y el chico se puso de pie junto a él.― ¿Estás bien?

El chico asintió levemente sacudiendo su ropa.

― Lo siento mucho no te ví, yo solo no me fije al dar la vuelta a la cuadra, lo lamento― explicó el de ojos avellana mientras recogía su bolsa del suelo y la sacudía.

― Está bien, no te preocupes, ¿entonces... Te lastimaste...?

―TaeHyung, Kim TaeHyung ―sonrió mostrando su linda dentadura blanca y completamente perfecta y el estómago de JungKook volvió a revolotear ― y estoy bien, no te preocupes, ¿no te lastime, cierto?

― ¡Oh, no!, estoy bien.― TaeHyung sonrío.

JungKook asintió con una sonrisa y pasó saliva al ver como el rubio se acercaba poco a poco a él, como si quisiera analizarlo.

Secretos prohibidos   KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora