One-Shots HimeSane

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✶⋆ADVERTENCIAS DE ESTE ONE-SHOTS ⚠️:

✶⋆ Aqui los personajes no cambiaran. Aunque Gyomei va a tener un cambio, en este One-Shots él va a poder ver.

✶⋆Si tengo faltas ortográficas me lo pueden decir★.

✶⋆¡UNIVERSO ALTERNO!. 

✶⋆Separador:
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✶⋆Eso es todo, espero les guste mucho.

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¬Las caricias parasaron a ser golpes, los besos a cachetadas, las palabras llenas de amor a insultos.

Cada día que pasaba era un infierno, ya él no aguantaba, su piel qué era blanca como la nieve, paso a un tono más oscuro y morado, tenía rasguños, golpes, y marcas.

Él no entendia como es que el hombre que un día le pidió su mano, paso a ser una persona muy distinta y diferente, ya que el nunca conoció esa faceta o personalidad de él.

...

[8:00A.M]...

Otro día más en ese estúpido infierno. Pero hoy iba a ser un día muy diferente a los otros...

-¿¡Ya hiciste el desayuno!?- Grito un gran hombre de cabellos negros.

Sanemi, al escuchar esa horrenda voz grave, se apresuró a tostar el pan y a hacer rápidamente el café. - En un momento estara cariño, solo falta las tostadas y el café, puedes bajar si quieres. - Dijo Sanemi. - Si se te da la gana - . - ¿Dijiste algo? - Dijo esa voz atrás de su espalda, el contrario tembló. - ¡Nada!, qué me dieron también ganas de desayunar - Mintió mientras le daba un sonrisa amarga al mayor. Él otro solo se sentó mientras le hacía una mueca. - AHG, ¿¡Quires apresurarte!? - Grito el mayor afanado. Las tostadas saltaron al momento que el mayor grito y la tetera chilló al mismo tiempo. - Listo. - Dijo el contrario y sirvió todo rápidamente, y él mayor se dio prisa para comer, ya que iba dos  minutos tarde a su trabajo.

- ¡Adiós cariño!. - Grito desde la puerta el de cabellos blancos. El contrario solo lo ignoro. - Ojalá te mueras en el camino hijo de perra. - Dijo con una sonrisa dulce mientras cerraba la puerta y se daba prisa para empacar todo.

Su plan era simple, despertar y hacer el desayuno, después su esposo se va y después él empieza a empacar todo para largarse y esperar a su hermano Genya para que pasara por él y irse.

Ya no aguantaba un maldito día más en esa estúpida casa. Él quería volver a ser feliz, sin problemas ni nada, y también deseaba qué su piel volviera a su color de antes, sin ningún rasguño ni un moretón. Y hoy iba a ser ese día.

- Maldito el día en que te conocí Gyomei Himejima. Pero yo ya no me voy a seguir aguantando tú maldito juego hijo de puta. - Escupió esas palabras con mucho odio y rencor.

- ¡Rin, Rin! - Sonó el timbre, eso significaba qué ya había llegado su hermano. - ¡Ya voy!, ¡dame un minuto!. - Grito para cerra la maleta y salir. Se acercó a la puerta y abrió. - ¡Hola!, ¿tienes todo listo? - Pregunto el contrario. El mayor asintió. - Bien, vámonos. - Sanemi cerro la puerta y salió detrás de su hermano para después montar al auto y empezar a partir.

- ¿Él te hizo algo está mañana? -. Pregunto el menor. - No, pero la vida se le acabara en unos minutos. - Respondío el mayor mientras sonreía. - ¿Ah?, ¿A que te refieres hermano?. - Pregunto Genya. - Veneno... Yo.. Envenene su desayuno.. - Dijo el Shinazugawa mayor mientras sonreí feliz y miraba al menor. Genya se quedo callado. No dijo nada.

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