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—Vaya debe de estar muy interesado en ti para que te de esto— sonrió la madre del castaño contando el dinero con descaro.

Taehyung jamás la había visto tan feliz, sintió asco al pensar en que la felicidad de su madre era a costa de que su hijo tuviera sexo con un hombre

Claro que todo lo que el castaño hace con Yoongi no es ningún sacrificio para él, lo disfruta, y no le da ningún tipo de vergüenza aceptar lo mucho que le gusta   tener sexo con el mayor

Sin embargo, no puede evitar pensar en que su madre sería capaz de venderlo a cualquier hombre con tal de tener dinero y eso lo aterroriza

¿Su madre haría caso a sus suplicas por no hacerlo sí se tratara de otro hombre?

—¿Como esta Yunho?— preguntó por su pequeño hermano— ¿Al menos algo de este dinero es para él?

—Claro que sí, ¿Que clase de madre crees que soy?— lo miro ofendida

Taehyung mejor trago sus opiniones

—Extraño cuando lo único que te importaba era que estudiara para poder ser un aburrido profesor de matemáticas como tu— sonrió sin ganas mirando a sus compañeros hablar con su familia al otro lado del patio

Siempre quiso que su madre viniera a un domingo familiar, a visitarlo, o a solo abrazarlo como solía hacer la madre de Jungkook

Pero hoy, lo único que deseaba era no ver a su madre ahí, sentada de frente con el único interés de contar el dinero que le estaba entregando

Ya eran tres semanas, tres domingos, donde le daba todo el dinero que Yoongi le entregaba cada vez que se veían

Le dolía, era doloroso ver como Yoongi le daba dinero después de hacer el amor

Después de todo sus compañeros y sus chismes no estaban alejados de la realidad

Sí estaba prostituyendose.

—Bien, vendré el próximo domingo, haz que te de más esta semana, el tiempo de cosecha está cerca

Taehyung río sin gracia

—¿Todavía tienes la esperanza de que la granja se recupere? Creí que solo te interesaba mantener el vicio de Minho con este dinero, te subestime— la miro sin expresión alguna

Esa maldita granja había hecho que su padre muriera y por eso siempre la odiara, sí su madre no hubiera caído en la estafa de esos hombres que le prometieron una tierra fértil para sembrar su padre nunca hubiera dejado Daegu y seguirla a Seúl.

Estuviera vivo... al igual que el alma de Taehyung

—No soy tonta, debo tener un plan de respaldo sí es que el señor Min se aburre de ti y te cambia por otro amante que sea mejor que tu— se burló

—¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me tratas de esta forma? Soy tu maldito hijo— dijo en voz baja pero lo suficiente para que su madre escuchara lo molesto que estaba

—Hay muchas cosas que no sabes Taehyung— sonrió —No hables como sí te debiera algo.

Esas palabras dolieron pero lo intrigados más, ¿A que se refería?

▪️▪️▪️

—Jimin...

—¿Nos dirás algo?— habló Taehyung acariciando la espalda del menor

Desde que el rubio llegó a la escuela esa mañana su comportamiento animado había desaparecido.

Hasta que finalmente se desplomó en la sala abandonada de arte y no había dicho una sola palabra mientras recostaba su rostro en sus antebrazos, sin decir una sola palabra

THE LOVER | yoontae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora