alex, you and I [l.h]

10. {Como te sientes tú.}

Taena bajó del auto y apoyó la espalda en éste. Luke la imitó, y así se dispusieron a esperar a que Alex saliera de la escuela. La joven castaña sentía que resaltaba de forma inevitable entre las amas de casa resignadas y los padres oficinistas. Ella y Luke, ambos lo hacían. Ella llevaba pantalones a cuadros rojos y negros, junto con sus clásicas botas de combate y una camiseta negra, clásica, de mangas cortas. Luke, a su lado, llevaba el mismo estilo de botas que ella y jeans oscuros, con una de las remeras que a Taena más le gustaban, que citaba la frase "Destroy yourself, see who gives a fuck." Así que, de hecho, en medio de tanta gente adulta, destacaban. Así se lo hizo saber ella al chico rubio, que ojeaba algo en su móvil. 

—Sabes, todos aquí podrían ir desnudos y aún así seguiríamos resaltando...—Comentó, haciéndolo reír. 

—¿Es algo bueno? —Preguntó, levantando la vista del móvil y clavándola en ella, que rió también. 

—Depende de como lo veas, claro... 

En aquel momento, una avalancha de niños vestidos con uniforme salió corriendo del edificio. Ambos jóvenes alzaron la mirada por encima de todos ellos, tratando de ubicar la cabezita rubia de Alex. Lo lograron al mismo tiempo que el niño los localizó a ellos, y comenzó a caminar en su dirección...cuando se vió interrumpido por una niña castaña, llamando la atención de los vocalistas. La niña se quitó la mochila de los hombros y sacó un pequeño sobre de ella, para entregárselo al niño. Luke observaba, confundido, mientras Taena usaba ambas manos para tapar su boca, buscando detener sus exclamaciones de ternura. 

—No entiendo...—Murmuró Luke, y Taena le pasó un brazo por los hombros. 

—La niña busca la atención de Alex —Explicó, haciendo que el joven rubio volviera a fruncir el ceño— Le gusta, Luke, no es tan difícil de entender, joder... 

—Míralo, consiguiendo chicas como el mejor, el pequeño Hemmings es cada día más parecido a los suyos—Comentó él sonriendo, mientras veía a Alex despedirse de la niña y echarse a caminar en dirección a ellos nuevamente. 

—Yo tuve mi primer novio a los cinco —Contó Taena, haciendo que su novio se volviera hacia ella, incrédulo— Pero le terminé. Era muy...posesivo. 

Entonces se volvió hacia él, y ambos rieron. Alex los encontró así, riendo, lo que hizo que sonriera automáticamente. Taena se agachó y lo besó en las mejillas, y Luke lo abrazó. Subieron de vuelta al auto, y una vez instalado, Alex comenzó a darle vueltas al sobre que la niña le había dado. 

—¿Qué es eso, Alex? —Preguntó Taena, mientras le daba una mirada rápida al chico a su izquierda, que sonrió. Alex se encogió de hombros. 

—No lo sé, Brittany me lo dio...—Contó el pequeño, inconsciente de que su padre y la joven habían visto todo. Así que la niña castaña se llamaba Brittany. 

—¿Puedo? —Preguntó la joven de vuelta, y el pequeño asintió, mientras le entregaba el sobre. 

Taena lo abrió, y sacó su contenido: una bonita tarjeta de invitación a una fiesta, de color rosado. Abrió la tarjeta también, y le informó acerca del contenido a Alex, que se había asomado desde el asiento trasero, y a Luke, que iba conduciendo y no podía volverse hacia ellos.