12. {Bebé alien.}

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Las cosas se habían complicado. Hacía semanas que había pasado el episodio del teatro, pero ahora ahí estaban, en la tercer y última audiencia, escuchando las palabras venenosas del abogado de los Ferdinand. Y Taena solamente quería dormir. Daba por sentado que el estrés que le causaba todo el asunto, la cansaba mental y físicamente. El doctor Beheran, el abogado, ahora cuestionaba a Luke acerca del episodio en el teatro. ¿Cómo se había enterado? Una sola y simple palabra: internet. El episodio había sido comentando entre los fans de ambas bandas, y de algunas otras también, y, de alguna, forma, había llegado a oídos de Mireya Ferdinand, que corrió a mostrarles todo a sus padres, y éstos a su abogado. Conveniente, muy conveniente.

Ahora Luke respondía lo mejor que podía las preguntas del doctor Beheran, bajo la atenta mirada de Bethany.


-¿No es exactamente aquel el lugar que establecimos como inadecuado para Alexander, Hemmings? -Preguntó el tipo- ¿Qué hora era cuando sucedió esto?


Luke respiró hondo, y respondió.


-Las dos de la mañana...-La doctora Valentina pasó una mano por su cabello castaño, tratando de no perder el control con su hija y su novio.


-¿Es consciente de que, en unas horas, hizo todo lo que no debía? -Volvió a cuestionar el abogado- ¿Cómo cree que lo deja esto ante la corte, Hemmings?


-Cometí un error -Dijo el chico rubio- ¿Acaso todos en esta corte nacieron sabiendo, sin cometer errores?


-No importa la corte, Hemmings -Le dijo el abogado- Importa el bienestar de Alexander. No más preguntas, señora jueza.


***

Luego de horas de audiencia, la pequeña familia estaba de vuelta en el departamento. Luke y Alex querían cenar, pero Taena se sentía geniunamente mal: el solo pensar en comida le daba náuseas. Mientras los dos chicos preparaban algo de comer, ella fue a recostarse. Se desvistió y se desató el cabello. Buscó sus audífonos y los conectó a su móvil, para luego acomodarse bajo las sábanas y colocárselos en los oídos, dejando que la música la relajara de forma casi inmediata, luego cerró los ojos.

Mientras cantaba mentalmente las tan conocidas palabras de If These Sheets Were States, de All Time Low, sintió que algo le acariciaba el brazo. Se volteó y abrió los ojos: Luke estaba a su lado y la observaba, mientras le acariciaba el brazo. Se quitó un audífono y pausó la música, en señal de que le estaba prestando toda su atención.


-¿Cómo te sientes? -Le preguntó. Ella suspiró.


-Mal como el infierno -Respondió entonces- Y tengo hambre, pero sé que no podré pasar ni un solo bocado. Mi vida apesta.


-¿Por qué estás tan segura? -Volvió a cuestionar el chico, y ella se encogió de hombros.


-Intuición femenina. -Luke rió, y se incorporó, para ofrecerle su mano a la joven.


-Ven y hagamos la prueba -Le dijo- Si no puedes, vuelves.


Taena sabía que no podía, pero se incorporó solo para complacerlo. Ambos salieron de la habitación, tomados de las manos, pero la castaña frenó a medio camino de la cocina, con una expresión de asco notable en el rostro.

alex, you and I [l.h]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora