Por el bosque, un castaño de ojos negros iba corriendo, y no, no estaba jugando, digamos que los que jugaban eran los zombis que lo seguían.
Estarán pensando, ¿Que pendejo pelotudo decide salir a la noche con la cantidad de mobs que se encuentran en Tortillaland?
Pues, no fue tan por decidir, fue más bien, obligado, pues si, realmente en su pueblo lo maltrataban, era un Omega muy rudo para la gente de ese lugar, igualmente el solo hecho de criticarlo no fue suficiente para ellos, pasaron a las agresiones físicas.
Después de unos meses soportando todas esas agresiones decidió irse, escaparse y llegar a una aldea a la suerte.
Y bueno, llegamos a dónde estábamos, el pobre Omega que, oh claro, se llama Roier, estaba moretoneado, golpeado, con un par de mordidas de zombis y muy, pero muy cansado.
Aunque eso ya lo sentiría cuando este a salvó, la adrenalina lo hacía no sentir nada en ese momento.
Siguió corriendo y corriendo hasta ver unas luces a lo lejos, eso no sabía si lo estaba esperanzado o no, osea, podrían ser buenos y ayudarlos o podrían maltratarlo al igual que los demás.
No le importo, después podría volver a escapar, corrió mucho más rápido, dejando atrás a los zombis, entro a un pueblo, y se encontró con una fuente de sirena.
Escucho algo cerrarse detrás de él, parece que había pasado por unas clases de puertas y se acababan de cerrar, que suerte tuvo de haber pasado.
_Ey wacho, ¿Quien sos? ¿Que haces acá? -- El Omega sintió una espada en su cuello, recién cuando hablo reaccionó a su olor, madera quemada y frutos secos. --.
_Espera Men, soy Roier, y bueno, vengo de mi pueblo, escape de allí, y me seguía una orda de zombis, encontré esta aldea y decidí entrar, si tanto molesto me voy -- La presión de la espada en su cuello bajo, haciéndolo suspirar del alivio --.
_Seguime, necesitás registrarte -- Ese acento que tenía era muy lindo, y por lo poco que llegaba a ver gracias a la escasez de luz era una persona alta de pelo negro y medio largo, parecía que tenía sueño, y llevaba unos lentes de sol, cosa rara ya que no era de día, pero quién era el para criticar --.
El camino a vaya el castaño a saber dónde no fue tan largo, solo le sorprendió el hecho de que usarán portales para ir de pueblo en pueblo.
Llegaron a una clase de casa blanca y algo moderna, había ruidos de gorilas, ¿Quien mierda podría dormir así?
El guardia toco la puerta y espero, volvio a tocar varias veces más, hasta que la puerta se abrió, dejando salir un olor algo fuerte a miel y hierbas, la persona atrás de la puerta era flaco y bajo, podría creer que era un Omega, aunque se notaba que no estaba muy feliz, se ve que lo levantaron de su dormida.
_Tio, que son las 3 de la mañana, ¿No podías esperar hasta mañana Gilipollas? --
_Realmente no wacho, si espero hasta mañana me tendría que quedar con este en mi casa, y no gracias, hay que registrarlo, atravesó la muralla de ingreso -- Ese hombre castaño lo miro de arriba a abajo --.
_Como te odio... Pasa chico, te haré unas preguntas. --
Cómo pidió, el Omega con ematomas entro a la casa, y cuando el pelinegro iba a escapar el otro chico lo agarro de la remera y lo obligó a entrar.
_Si yo no descanzo, vos tampoco. --
Ya le caía bien.
Trajo unas dos sillas más para que al menos se pudieran sentar en el living, saco una libreta y empezó a anotar ciertas cosas, hasta que volvió a mirar al castaño moretoneado y hablo.
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Diferente
RomanceUn mundo alternativo de Tortillaland en el que existen los Omegas, Betas y los Alfas, hay una persona que llega de otro pueblo, después de ser algo maltratado en el suyo, conoció a un alfa, un alfa imbécil para su parecer pero, ¿entonces por qué...