Extra: Un beso de Louis.

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23 de Diciembre del 1998.

—Niños, no se alejen demasiado.

Louis, Liam y Gemma asintieron al mismo tiempo a la voz de Anne. Harry por otra parte pegó sus manos a la vidriera con el gran muñeco cantante de Santa Claus, haciendo caso omiso a la petición de su madre. Sus ojos estaban enormes en su infantil rostro mientras veia al muñeco mover sus caderas hacia los costados.

Segun sus cuentas -basadas totalmente en la palidez de la barba- supuso que ese hombre debia tener la edad de su abuelo. Aunque su abuelo no se movia tanto, realmente ese hombre no se movia directamente. Harry habia metido un insecto en su boca en la ultima reunion familiar para ver si hacia algo pero el insecto se fue y el anciano no se movio. Harry aun se preguntaba donde habia ido su escarabajo ya que no logró meter sus dedos para recuperarlo cuando su mamá lo vio y lo rezongo por fastidiar a su suegro. El pequeño castaño se encogio de hombros mentalmente, tal vez habia escapado por una de sus orejas o la nariz, quien sabe. Tal vez en la próxima reunión familiar, podia usar su caña de pescar para recuperarlo. Si abria la boca del abuelo y arrojaba el anzuelo dentro, solo bastaria esperar para que el insecto lo tomara y así sacarlo. Sip, definitivamente debia intentarlo.

Sus visión detectó movimiento dentro de la tienda, el cual lo tuvo sacudiendo la cabeza para poder concentrarse en ello. Habia una niña dentro, ella tenia un gran peluche en sus manos y no parecia ser más grande que Harry de edad. Él la miró por un segundo antes de levantar la mano y devolverle el saludo con una sonrisa. La niña rio suavemente antes de hacerle una seña para que entrara al local. Harry se encogio de hombros y se dirigio a la puerta solo para ser detenido por una mano aferrada a la capucha de su abrigo.

—Ni siquiera se te ocurra —Gemma lo jaló hacia atrás hasta que se alejo de la puerta—. No hay tiempo para juguetes hoy, Harry, debemos encontrar un regalo para mamá.

—¿Por qué tenemos que comprarle algo? —se revolvió como un gato del agarré de su hermana, tropezando hacia atrás cuando esta lo soltó y cayendo sobre su trasero.

Gemma chasqueó la lengua y se inclinó a mirarlo—. Porqué ella no recibira nada de Santa, debemos comprarselo nosotros.

—¿Y que le compraremos? —Harry sonrió cuando sintió dos manos bajo sus brazos que volvieron a ponerlo sobre sus pies, le sonrió al castaño—. Gracias, Lou.

El ojiazul le devolvió el gesto antes de volverse a ver a Gemma quien balbuceaba sin parar sobre las distintas cosas que podian gustarle a su madre y encontrando la parte mala de esas cosas por las cuales no deberian regalarselo.Harry no entendia la mayoria de las cosas que su hermana hacia, su mamá le habia explicado que Gemma estaba pasando por cambios y que debian tenerle paciencia. Harry habia tenia la hipotesis de que se estaba por convertir en un Grinch o algo parecido pero aun no habia sucedido.

—Bien, esto es lo que haremos —Gemma palmeo las manos, llamando la atención de los presentes—. Nos separaremos en dos grupos y buscaremos todas las cosas que creamos puedan gustarle a mamá, luego nos encontraremos aquí y discutiremos cual es la mejor.

—¿Por qué simplemente no le compran una bufanda? —Liam se rasco la cabeza, confundido—. Papá dijo que eso les gusta a las mujeres.

—¡Los hombres no saben nada de las mujeres, Liam! —los tres saltaron hacia atrás ante el grito de la chica, la cual luego de arreglarse el cabello se giró y comenzó a alejarse—. Uno de ustedes debe venir conmigo, vamos.

Harry abrio los ojos de par en par y salto hacia el castaño—. ¡Yo voy con Lou!

Liam pusó mala cara antes de salir detrás de la castaña, aunque se mantuvo a una distancia prudente, como si temiera que la chica lo atacara o algo. Harry y Louis los observaron irse antes de que el más bajo se girara a ver al otro. El oji-azul le sonrió suavemente, quitando un mechón de cabello de su rostro. El rubio habia comenzado a desaparecer, siendo reemplazado por un suave castaño que tenia pequeñas ondas.

Crazy |Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora