Capítulo 2

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Lo procesó.

Lo procesó.

Y al cabo de un tiempo lo identificó.

Sus ojos querian saltar de sus cuencas por el horror que la escena habia causado en ella. Por Dios esto no podía estar pasando.

-"Mamá... esta todo bien..? - pregunto Marie desde donde su madre las había dejado esperando. Ella era la mayor. Asi que ahora con una mano protegía a sus hermanas para que no pasaran hasta donde su madre estaba. Era pequeña pero no tanto como para no percibir que algo no andaba bien.

- "Quedense allí! No vengan hacía aca!".

- "Te puedo ayudar en algo..?- dijo dando un tímido paso hacia adelante, aún manteniendo a sus hermanas a distancia, como creyendo que ella debía, a su corta edad, tomar parte en lo que estaba pasando y ayudar.

Y cielo santo, no. Por supuesto que no.

- " QUE TE QUEDES AHÍ! ME OISTE?!" - Mamá levantaba una mano que las frenaba desde la distancia. Pudo ver que la mayor de sus hijas se detuvo y volvió a hacerse hacia atras, reagrupando a sus hermanas y manteniendolas lejos.

" Por Dios que hago? Que hago?", pensaba para si, mientras sus manos tontamente recorrían su cuerpo en busca del bolsillo donde habia dejado el celular.

La desesperación y las manos temblorosas por el miedo y el frio no ayudaban en la tarea de lograr sacar su teléfono de donde estaba. Cuando estaba a punto, este trabó una esquina de la funda con el  cierre del bolsillo y el celular terminó cayendo al lado del cuerpo.

Por Dios, genial. No podía demorar más las cosas, lo dudo un momento y terminó por agacharse sin más a buscarlo. Poco se veía asi que debia tantear el suelo para encontrarlo. Por como lucia la figura, había caído al lado del brazo. Tanteo un poco y levanto la mano del cadaver porque estaba segura que esa cosa rectangular negrita que divisaba debajo era lo que buscaba.

Cuando agarro la mano esta se desprendió del cuerpo, dejando a Madre solo con el gesto de haber agarrado algo que ya no estaba allí. Esto era peor de lo que creía. Habían dejado el cuerpo todo cortado, pero ensamblado todo entre sí. Todo parecia estar en su lugar, más no lo estaba.

Rapidamente tomo el celular, lo desbloqueó como pudo y llamo a la policía.

-"911. Cuál es su emergencia?"- se oyó al otro lado de la línea.

Sin respuesta... No podía hablar. Sentía una bocanada de vomito venir de su interior. Pero no podía dejarlo salir.

-"911. Cuál es su emergencia?- repitió la operadora.  Y como pudo, Mamá respondió.

-"Acabo... acabo de encontrar un cadáver."- Dijo casi susurrando por miedo a que sus hijas escucharan.

-"En donde se encuentra? Esta segura de que de trata de un cadáver?".

- "Me encuentro en las afueras de Churchill, por la sexta y ocho. A la altura de la carretera 64." - Su voz temblaba pero no por el frio. - "Y estoy segura de que es un cadáver. Esta... mutilado..."

- "Bien la policia va para allá tranquila. Pero necesite que me confirme si se trata de un cadáver realmente. En el último mes hemos recibido unas nueve llamadas similares y en todas se confirmó que era un maniquí cortado. Al parecer es una especie de broma de mal gusto. Por eso, para pedir la ambulancia, podria asegurarme de que se trata de una persona?".

La sola idea de corroborarlo la puso de mal humor. Pero pensó, tal vez esto es solo un maniquí y yo estoy viendo mal. Su ilusión le dio un poco de esperanza y se volvió a agachar con la firme decisión de refutar lo que habia visto.

Prendió la linterna de su teléfono mientras le pedia tiempo a la operadora. Volvió a apuntar hacia el brazo. Pensó que la manera mas facil de corroborar todo era con la mano, pero despues de que se le cayera no podia encontrarla en la nieve, asi que apuntó al brazo. El cuerpo estaba vestido, por lo que el brazo estaba tapado. Quiso levantar la manga un poco pero no podía. Vio que el puño estaba cerrado con una especie de cierre, y decidió abrirlo.

Para ser sincera, siendo lógica esperaba encontrarse con un hueso cortado. Pero en cambio, de la abertura del cierre broto carne molida.

Se asustó y cayó para atras sobre si. La operadora le preguntaba si todo estaba bien. Y ella sólo pensaba que esto bien podia ser un maniquí pero de carne. Qué alguien había decidido avanzar en la broma y había rellenado ropa con carne. Maldita sea, esa mano podría corroborar todo.

Volvió a alumbrar el cuerpo y vio que entre la ropa se veía una abertura a la altura de la panza. Levanto un poco la campera y al tacto lo comprobó. Eso era piel definitivamente.

-"La ambulancia va para allá. Puede quedarse en línea o cortar y esperar a las movilidades."

-" Gracias por su ayuda. Esperaré a las movilidades. Voy a colgar, debo volver con mis hijas." - dijo y se despidió. Resuelta a salir de esa escena se volteó en dirección a sus pequeñas y comenzó a marcharse.

Pero una rama detras de ella crujió.

Ojalá ella no hubiese cortado la llamada.

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