Heart to Heart (Swanqueen) (AU)

Capítulo 8

Querida Emma,

Entiendo que no hemos hablado desde nuestra reunión y tal vez eso tenga un poco que ver con la forma en que dejé las cosas. Todo fue abrumador, escuchar su corazón y saber que nunca lo volvería a escuchar. Sin embargo, por favor, no sientas que me estás molestando. Estoy más que cómoda para responder cualquier pregunta que pueda surgir.

Ahora, en cuanto a esa golosina por la que estás preguntando, sí, Naveen era un adicto a los dulces. No estoy segura de por qué está salivando exactamente tu lengua, pero mi esposo disfrutó de una garra de oso la mayoría de las mañanas. A veces, por la tarde, lo sorprendía tomando un Snickers a escondidas. Incluso después de la cena, siempre presionaba por el postre y la mayoría de las veces eran donas, lo cual me parecía absurdo. Yo, en cambio, siempre luché por un buen pastel de manzana (él no era un fanático).

Espero que esto ayude y nuevamente, no dude en comunicarse y preguntar lo que quiera. Fue bueno saber de ti de nuevo. Por favor cuídate.

Atentamente,

Regina Mills

PD

Mi madre ha dejado de colarse en mi cama, sin embargo, debe haber hablado con tu madre porque ahora la encuentro demorándose fuera de mi puerta.

Emma sigue sonriendo como si durmiera con una percha en la boca, todo porque según la hora marcada en el correo electrónico, Regina había enviado el mensaje antes de que se encontraran al azar en Donut Plant. En serio, ¿cuáles son las probabilidades? Muy delgada, se sigue recordando Emma y hay una voz estúpida en la parte de atrás de su cabeza, la que todavía encuentra esperanza en los cuentos de hadas cursis, que sigue susurrando una tonta palabra del destino.

"¿Emma?" Parpadea lejos de sus pensamientos dichosos para encontrar a su madre acechando en la puerta una vez más, como si le pagaran para vigilar a su hija. "Has estado un poco callada esta noche. ¿Has estado escribiendo un diario?" Ella pregunta tímidamente, sabiendo cuánto le molesta a Emma que esté constantemente revisando todo lo que tiene que ver con la cirugía.

"No, no esta noche", murmura, su dedo presiona el botón lateral de su teléfono para ocultar el correo electrónico que ha estado mirando boquiabierta, como si estuviera en una primera cita con la maldita cosa.

"¿Has estado pensando?" -pregunta Mary Margret, entrando con cautela en el dormitorio como si pudiera haber algún gatillo secreto que le explotaría en la cara. "Mañana tienes tu chequeo mensual y el médico querrá ver ese diario. Necesita saber cómo lo has estado enfrentando".

"Lo sé, mamá".

"Pero no lo estás afrontando. Pensé que conocer a esa mujer te ayudaría a aliviar tu culpa, pero últimamente..." Los ojos de Emma se cierran y se obliga a inhalar profundamente y aplastar la ira que está burbujeando... otra vez. "...No sé, pareces más deprimida", finaliza su madre, colocando una mano vacilante sobre su hombro, pero Emma se niega a mirarla a los ojos tristes.

"Lo sé. Lo estoy intentando, pero es un poco difícil cuando siento que estoy atada a esta casa. Solo siento..."

"Cariño, entiendo que te sientas restringida, pero tenemos que mantener tu seguridad. Este primer año es crucial".

"Lo sé", exhala lentamente, con los ojos aún fijos en el teléfono en su regazo.

"Pero bueno, saliste esta tarde con Ruby", Mary Margret trata desesperadamente de hacer alarde de la única cosa positiva en la cara de Emma.

"Bien."

"Va a mejorar, a medida que pasen los días, las cosas se suavizarán y comenzarás a sentirte normal nuevamente, ya verás".