Palabras a Emma

15 0 0
                                    

¿Cuántas veces, verdad? cuantas veces Manjiro ha ido al cementerio a la tumba de un Sano.

En aquellos años iba acompañado de esa niña que se colgaba de su brazo mientras caminaban hacía allí y lloraba a mares al dar unas palabras.

Emma... su hermana menor. La mujer más bella ante sus ojos. Era rubia como él, o lo era antes, aunque su cabello era más dorado, era bajita (y eso que ser superado en altura por Mikey es difícil), con un gran sentido de la moda y también era blanca como la nieve, y fría como esta. Manjiro jamás lo olvidará, llevarla en su espalda y sentir como el cuerpo helado de su hermana lo quemaba.

Se sentó frente a la tumba que ponía "Emma Sano". Su cabello corto volaba un poco con el viento y su tatuaje en el cuello quedaba expuesto.

Hace años que frecuentaba aquél lugar sin que nadie se enterase, y sin embargo, le seguía pareciendo una locura llevarle flores a un cementerio a su hermanita. Él único ramo que tendría comprarle debería ser aquel que ella utilice en su boda, en la boda que tanto soñó. Sin embargo, sabía que estás visitas no seguirían por mucho, así que por eso quiso darle unas palabras antes que pierda completamente su sensibilidad.

— Te extraño mucho — apenas terminaron de salir las palabras que su voz se entrecortó — debes saberlo ya. Desde que te fuiste no soy más que un muerto viviente, es como si una parte de mi hubiese partido contigo.
Son tantos sentimientos que tengo que no sé que decirte, Emma. Tal vez debería empezar con un "lo siento", tú merecías vivir y vivir en paz. Nunca tuviste paz estando a mi lado. Gracias a mi y al miedo que causaba jamás te hablaron tus compañeros del colegio, tampoco te dejaba tener tus ratos libres porqué debías acompañarme a las reuniones de Touman para cuidar a las novias de los miembros, siempre tuviste que cocinarme porqué jamás aprendí a hacerlo, rechazaba tus abrazos y te dejé morir. Saber que moriste por mi culpa me rompe un poco cada día, cree Touman para proteger a los demás pero... todo lo que hice fue dañar a cualquiera que estuviese a mi lado, Baji, Shinichiro, tú....

Debías casarte Emma, con Kenchin. Kenchin está triste ¿lo sabes? él te amaba, me oíste cuando te lo dije ¿verdad? dime que si Emma. Kenchin no ha conseguido a otra chica desde que te fuiste, supongo que lo has visto, sabes que su mujer perfecta siempre has sido tú. Hubieses sido la novia ideal, no me cansaré de decirlo, también una excelente madre, aunque un poco celoso hubiese estado de que tu deliciosa comida ya no sería solo para mí, pero daría todo lo que tengo por que me regañes por pelear con un niño pequeño, de hecho, daría lo que fuese solo por que me regañes otra vez.

Mi reina más hermosa, ¿por qué no aguantaste un poco más? ya casi llegábamos al hospital. Tal vez debí caminar un poco más rápido, o hablarte más así te quedabas despierta. Fue solo a unas calles de aquí, veníamos a visitar a Shinichiro, ¿recuerdas ese día? yo sí, todas las noches viene a mi mente antes de dormir. ¿Te dolió mucho el golpe? solo espero que no, odiaría saber que te fuiste sufriendo.

Creo que ya me fui por las ramas. Solo venía a pedirte que no te enojes conmigo, perdona mis decisiones pero... Baji, Shin y tú eran los que traían la luz a mi oscura alma y ahora, ahora ya nadie puede iluminarme, entonces yo estoy haciendo lo que hago.

Bonten apesta ¿no crees? de hecho, odio esta pandilla, no sé porqué estoy en ella.
No sé cuanto aguantaré Emma, quiero estar a tu lado, quiero volver a abrazarte, quiero que me grites, quiero que ordenes mi habitación mientras te quejas que debería hacerlo yo, quiero volver a cuando apenas éramos unos niños que entrenaban en el dojo del abuelo juntos ¿es mucho pedir? Teníamos tanto para hacer...

Palabras a EmmaWhere stories live. Discover now