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Estaba caminando con la cabeza gacha, detrás de un profesor, por lo que te habían comentado otros, era el jefe de departamento de la asignatura de artes, no le conocías para nada, suponías que te habían dicho su nombre pero no habías estado atenta, a decir verdad, tampoco lo estás ahora, sigues pensando en como encontrar, hablarle y disculparte con aquel chico rubio, realmente te sentías algo culpable, te servía con ganar pero exponerlo era diferente, alomejor no le agradaba esa idea y era completamente comprensible aquello, no a todo el mundo le gusta que la gente le vea cada que va a su clase al otro lado del pasillo.
Tenías tú pintura enrollada con cuidado debajo de tu brazo, no sabías donde estaba yendo el profesor, llevaban ya unos minutos caminando y estaban comenzando a estar en pasillos que no conocías ya que no habías tenido la oportunidad de estar en ellos, mirabas a tus lados, estaban vacíos, la gente en clases, al menos agradecías estar saltándote aunque sea un rato de clases, si recordabas bien tendrías ahora mismo inglés, algo que realmente no te apetecía dar ahora mismo, suspiraste, por fin el profesor había parado delante de un pasillo de doble cruce, estaba una puerta que daba hacia afuera por uno de esos pasillos
"aquí lo verá mucha gente.."
Fue lo primero que pensaste al ver el lugar, realmente no dibujabas para exponerselo a la gente, más bien era solo para ti misma y algunos amigos tuyos que les regalabas dibujos para sus cumpleaños, típico de un amigo artista, pero que tanta gente lo viera hacia que un sentimiento te carcomiera el estómago, sabías que era vergüenza pero también se sentía algo bien, una pequeña sonrisa vergonzosa se escapó de tus labios mientras escuchabas unas pequeñas indicaciones que te daba el profesor para poder enmarcarlo, tenías todo lo necesario en una pequeña mesa y silla que se notaban que habían sacado de alguna otra clase ya que eran las típicas de estas, asentiste cuando se fue para seguir con sus quehaceres. Tomaste tu pintura y la desenrollaste con cuidado y la pusiste con delicadeza en el marco, te quedaste unos segundos observándola, realmente tenías una buena impresión de ella siendo que tú misma la hiciste, ¿no sería eso muy egocéntrico? Se te escapó ese pequeño pensamiento fugaz pero lo trataste de quitar de tu cabeza, no tenía nada de malo ser positivo con el trabajo de uno mismo. Al final se te pasó rápido el tiempo y ya era momento de poner unos clavos para que se pudiera sujetar la pintura, para pena tuya, no llegabas hacia los de arriba, estabas buscando la silla que habías visto antes pero escuchaste una voz provenir del pasillo que tenías al lado, cosa que hizo que te girarás automáticamente.
— ¡Ey, pero si es la chica artista! — se le notaba el sarcasmo desde aquí..
Le eche un vistazo rápido y cuando me fijé en el, el sentimiento de vergüenza me invadió, era el chico alto pelinegro que estaba con el rubio, lo único que podías pensar era en como irte de ahí lo más rápido posible pero ya estaba delante tuya, no podías simplemente salir corriendo, menos siendo que no habías terminado de colgar esto
