CAPITULO 1... "VOLVIENDO AL AYER"

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Adán Aldama

 
(8 meses después)
(Hacienda Aldama 21 de febrero 2025)

Estar aquí y ahora no es lo mío, eso de las reuniones familiares y los cumpleaños ya no tienen sentido, estoy aquí por el hecho de que se lo prometí a mi padre, si no… simplemente me hubiera pasado de largo, hoy es el cumpleaños de Alejandro y se le ocurrió la maravillosa idea de organizar una fiesta donde invito a medio mundo.

Se suponía que esta celebración iba a ser pequeña, pero termino viniendo medio país, pues la hacienda Aldama está completamente llena. Por donde quiera que camines hay cientos de personas, incluso pude notar que los empleados no se dan abasto.

—     Hey Aldama junior… ¿Qué haces aquí? – La chica pelirroja me tomo por sorpresa, por lo que mire rápidamente hacia atrás y allí estaba ella, lucia un vestido color negro, que se amoldaba perfectamente a su silueta.

—     ¿Qué? – Fue lo único que dije, pues yo podría hacer la misma pregunta. Frunció el ceño, mientras me escaneaba de arriba abajo con la mirada.

—     Uyyy andas de genio hoy... – Dice tranquilamente y con una sonrisa cínica.
 
—     No estoy de humor Rubí. – Le dije secamente, para después darme la vuelta e irme, pero ella me tomo del brazo, lo que me impidió retirarme.

—     En realidad, tú nunca andas de buenas. – respondió sarcásticamente. – ¿Cómo esta tu novia?

Su pregunta me tomo desprevenido, pues sabia perfectamente que no se estaba refiriendo a Amely, ya que el único acercamiento entre ambas, fue en el campamento y recuerdo que las palabras de Rubí no fueron de gran ayuda en ese momento, pero ahora estoy agradecido con ella, pues a pesar de su obsesión con mi hermano, se a convertido en mi única amiga real, ya que gracias a ella decidí alejarme del amor de mi vida, antes de que fuera demasiado tarde.

16 de Abril 2024;

Dos timbres y el sonido de música se hizo presente, en ese momento me estaba arrepintiendo de haberla llamado, pero realmente no tenía a nadie más a quien contarle lo que paso hace unas horas.

 
—      Aló? – hablo casi en un grito, pues me imagino que se encuentra en una fiesta y por el sonido tan alto de la música, no escucha bien, así que pienso en colgar, cuando vuelvo a escuchar su voz. – Adán no te escucho, espera, me iré a un lugar mas alejado.

 
El sonido de la música y los murmuros se fueron disipando hasta que solo escuche su respiración agitada, en esos segundos, estuve pensando en como decirle o buscar otro pretexto para justificar la llamada.

—      Ahora si, cuéntame ¿Qué necesitas? – Habla la pelirroja del otro lado del teléfono y las lágrimas comienzan a salir como cascada por mis ojos, así que respiro hondo y trato de hablar.

—       ¿Por qué siempre que te hablo, crees que te pediré algo? – Le dije casi en un susurro, pues las lagrimas y el hueco que se hacia en mi corazón, no me permitían hablar completamente sereno.

—      Porque eres un Alda… Espera, ¿Estas llorando? –Recupere mi compostura al instante en que note que Rubí se dio cuenta de la tristeza que me invadía.

—      Yo… Yo necesito una amiga. – Fue lo único que pude decir antes de dejarme llevar por completo en aquel llanto que gritaba por salir, pues me estaba desgarrando por dentro con una intensidad insuperable.

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