Mar abierto

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No había transcurrido mucho tiempo desde los acontecimientos de la estrella del deseo, aquella aventura aún se mantenía fresca en sus mentes y corazones, tal parece como si hubiese ocurrido ayer

Habían transcurrido unos buenos 3 meses de haberse creado el equipo amistad y las cosas no podían marchar mejor, siendo Gato quién de los 3, más feliz se encontraba

Había finalmente podido descansar del miedo constante de ser perseguido por la muerte misma, dándole una enorme lección que, aunque no lo admitiría, Gato apreciaría enormemente el resto de su felina vida, junto a su querido amigo perrito y a su amada Kitty

Había cierta incomodidad casi imperceptible en Gato, pues aún se sentía avergonzado ante lo que había hecho en Santa Coloma ya tiempo atrás, supo que ya era hora de sentir cabeza, pues preferiría vivir su últim vida de forma tranquila y hogareña, rodeado de personas que amaba

De ahí que ahora marche rumbo a muy muy lejano, hogar de sus amigos más cercanos, su familia, con quién logró vivir las aventuras más locas y entrañables. Sin embargo, aún quedaba un par de semanas más hasta llegar al reino de Arthur, o como Gato le decía, el rey Arti

Algo dentro de sí odio la idea se seguir navegando durante mucho tiempo pues él no era el mayor fan del mar, prefería cabalgar o incluso correr durante meses que estar en un barco en medio del océano, pero bueno, ya no mucho podía hacer ahora que estaban casi al final de su viaje

Y es por eso que ahora estaba en su pequeña recamara, recostado en la cama de madera adornada como de antaño, tratando de canalizar aquel mareo tan molesto que le llegó luego de pasar por una zona algo turbulenta del mar, tuvo suerte de no haber vomitado su almuerzo

Perrito: ¿Gato?

Sin mucha ganas, el mencionado soltó un gruñido en respuesta, no tenía muchas ganas de hablar pues sentía que si decía una sola palabra, sería el pase de salida de su almuerzo en su estómago

Perrito: ¿Cómo te sientes? Te traje un poco de agua para que te resfresques

Gato: Mgh...

Perrito soltó una risita pues le hacía mucha gracia ver a su amigo en ese estado, jamás pensó que el intrépido 'Gato con botas' se marearía de esa forma, a tal punto de casi devolver el estómago

Gato mantenía su vista fija en el techo de la pequeña alcoba, escuchando los sonidos del mar junto a los crujidos de la madera que lo rodeaba, el movimiento del barco ya no era tan intenso ni turbulento, cosa que ayudó un poco con su mareo

Perrito: Iré con Kitty, te dejaré descansar un rato más, Gato

Gato asintió tomando la cantimplora llena de agua que reposaba al lado de la cama

Perrito: Llámame si necesitas algo

La puerta se cerró detrás del canino dejandolo solo a Gato, sólo con sus pensamientos

Por la falta de luz en el exterior podía deducir que ya era noche, talvez cerca de medianoche por el tiempo que había estado ya en cama

Tomó un gran y largo sorbo de agua, tan largo que logró terminar la mitad del líquido en un santiamén, se maldijo pues ahora era seguro que necesitaría ir al baño en medio de la madrugada, cuando la luz era literalmente obsoleta

Sus ojos pesaban y su mente divagaba en señal de que su cuerpo le exigía un descanso debido, así que solo se dispuso a cerrar ambos ojos listo para dormir

Estando ya a segundos de caer en los brazos de Morfeo, Gato escuchó un sonido peculiar, lo suficientemente extraño como para llamar su atención, el sonido en cuestión era duro, como si algo fuerte estuviera chocando con la puerta de su habitación

Enmascarado | Gato X LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora