Dante

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Luces y más luces se hacían ver a lo largo de las calles nocturnas del pueblo, cada una de ellas iluminaba una pequeña fracción enfrente de ambos felinos

Aquellas calles donde ahora caminaban Gato y Dante, a paso lento pues el felino naranja tenía dificultades al caminar por las heridas recién hechas en su cuerpo

Dante: Tranquilo, ya estás cerca

El hotel en el que se estaba hospedado el felino naranja estaba a menos de una cuadra, ahí él recibiría la atención médica necesaria para su recuperación

Gato sentía su cuerpo débil, la perdida de sangre le estaba ya afectando de forma grave, dándole un mareo acompañado de escalofríos por todos lados, siendo aún más complicado el mantenerse de pie

Dante sintió esto, a lo que optó poco cargarlo hasta llegar hasta allá, el felino naranja no puso resistencia alguna pues se sentía tan débil como para protestar al respecto

Dante: Solo un poco más...

Gato apenas y podía respirar por cuenta propia, la pesadez en su cuerpo se sintió tan abrumabora que en un punto solo podía escuchar sonidos indistinguibles para él

Gato: Kitty...

Fue lo único que pudo murmurar antes de cerrar por completo los ojos, con un último pensamiento, el silbido de la muerte justo enfrente suyo

Nunca había sentido tanta calma como ahora, su cuerpo relajado en medio de una gran marea de tranquilidad lo hizo suspirar aliviado, su cuerpo ya no dolía y su mente estaba tranquila, en paz

No sabía cuando se había quedado dormido, lo único que sabía era que no quería despertar, sin embargo tenía que hacerlo

Con una gran pesadez abrió ambos ojos siendo cegado por la luz del sol que se infiltró por su ventanal, se cubrió con una pata la cara y se tallo ambos ojos

En un vistazo rápido notó que se encontraba en su habitación de hotel, sorprendido, se levantó y miró a su alrededor, todo parecía estar normal

Los recuerdos de la noche pasada llegaron a su mente en pequeñas y fugaces vistas, apenas recreando lo que había pasado de forma esporádica, asustado, miró si abdomen para encontrar absolutamente ninguna cicatriz ni herida

Gato: ¿Pero qué?

Gato ahora estaba más que confundido, ¿acaso habia soñado todo lo que ocurrió anoche? No, eso fue tan real que aún podía sentir como sus extremidades dolían por el extremo esfuerzo que hizo

Entonces, si eso no había sido un sueño, tenía que encontrar una forma de explicar el porqué sus heridas ya no estaban, ni el porqué había despertado en su habitación

Gato: Dante...

Rápidamente se colocó sus accesorios y salió de la habitación en busca de aquella misteriosa figura que lo salvó

Perrito: Buenos días Gato! Ah...

Perrito fue ignorado ante la prisa del felino, quien quería llegar lo más pronto posible al pequeño recibidor, en caso de que su salvador estuviese ahí

Sin embargo, no había nadie, ni una sola alma en aquel pequeño espacio, Gato suspiró en decepción teniendo ahora una mueca que, de forma inconsciente, denotaba aquella tristeza de no ver a quien esperaba

Perrito: ¿Oye qué tienes?

Perrito había llegado justo detrás de él, extrañado pues había sido completamente ignorado segundos atrás

Gato: No es nada, es que yo... Creí haber visto a alguien

Perrito: Debió ser alguien importante como para que reaccionaras así

Enmascarado | Gato X LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora