Una carta cae en los pies de Hyunjin y hace que tenga dudas sobre el pasado de su padre.
Así que, un día lluvioso, se atreve a preguntar...
¿Quien es Seungmin?
3 de septiembre de 1994: Querido Seungmin: Ya ha pasado un año desde que te fuiste a un lugar lejano. El único lugar donde no puedo buscarte, no sin hacerme daño. No pude sacarte de mi cabeza durante toda esta semana, y menos por el resto del año. La música es lo único que me está manteniendo vivo. Te escribí otra canción que se acumulará en la misma caja donde puse las demás.
Con amor, Chan.
La Noche Que Nos Conocimos
No soy el único viajero Que no ha reembolsado su deuda He estado buscando una pista para seguir de nuevo Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos
Y entonces puedo decirme ¿Qué demonios se supone que debo hacer? Y entonces puedo decirme No caminar contigo
Yo lo tenía todo y luego la mayoría de ti Algo y ahora nada de ti Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos
No sé lo que se supone que debo hacer Embrujado por tu fantasma Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos
Cuando la noche estaba llena de terrores Y tus ojos se llenaron de lágrimas Cuando no me habías tocado todavía Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos
Yo lo tenía todo y luego la mayoría de ti Algo y ahora nada de ti Llévame de vuelta a la noche que nos conocimos
No sé lo que se supone que debo hacer Embrujado por tu fantasma Llévame de vuelta a la noche que conocimos
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Julio de 2023. Hyunjin estaba seguro de que jamás volvería a hacerle caso a sus amigos, no después de que recibiera un castigo por jugarle una pésima broma a su profesora de literatura.
— Olvídate de tu celular por 3 meses, limpiaras el baño, el sótano y el garaje tu sólito. Agradece que me apiade de tu alma y te deje salir, pero, si vuelves a hacer algo como esto, lo lamentarás.
Fueron las terroríficas palabras que su padre le dijo el mismo día que se enteró de la mala broma. Hyunjin tuvo la suerte de sobrevivir ante un Minho enojado.
Y aún que el castigo suene algo suave, limpiar el sótano podría llegar a ser una de las peores torturas a las que se a expuesto un ser humano. Ese cuarto lleno de polvo y hasta arañas radioactivas asustaba al adolescente castigado.
Así que, cuando entró al sótano, se arrepintió totalmente de todo lo malo que hizo en su corta vida y comenzó a limpiar.
Escobas, lampazos, detergente, jabón, esponjas, guantes. Nada era suficiente para la mugre acumulada en ese sucio y oscuro lugar.
