Lovin u [NaruSasu Short-fic]

CAPITULO PRIMERO

Una tradición era conseguir que el heredero al trono pudiera tener descendencia, el que sobrepasar cierta edad hacia que todo el mundo sospechara de él.

Tener que casarse con alguien de igual o similar condición social o jerárquica era indispensable, nadie se arriesgaría a que fuera algo insignificante o la pareja fuera de familia común.

Y de haber tenido una pareja estable durante algunos cuantos años no resultó bien, habían tenido sus desacuerdos y ahora sus padres se encontraban buscando algún buen prospecto.

¿Qué mejor que el hijo menor de una familia noble? O más bien de unos condes. Ambas familias se beneficiarían de esa unión.

Los reyes conseguirían que su hijo se casase con alguien para tener un heredero y los condes tendrían el placer de formar lazos más cercanos con la familia real.

Naruto, heredero de la corona, sólo conocía a Itachi Uchiha, habían coincidido en algunos lugares; además de escuchar algunas cosas sobre su hermano menor, el doncel con el que lo comprometían.

— Escucha hijo, tu padre y yo nos volvemos viejos, al menos yo quisiera conocer a mis nietos, así que como tú no tenías ánimo para conseguir pareja, decidimos comprometerte.

— ¿Y si no me acepta?

— Dudó que haga eso.

— ¿Pero porqué el hijo del conde? Podría haber sido cualquier otra persona.

— Es el más joven que hay, y como es joven no será problema que quede en cinta ttebane, pero no se te ocurra llevarlo primero a la cama, tienen que casarse como se debe amenos que haya alguna otra cosa.

— Ya entendí, está bien ttebayo — se quedó mirando el camino, no negaba que era un lugar bastante amplio — ¿Igual nos vamos a casar? — vio a su madre asentir.

— El punto es que contraigas matrimonio, desperdiciaste muchos años con la niña aquella, Hinata — recriminó, acomodando su cabello.

Al llegar y bajar del dichoso carruaje estaba la familia reunida frente a la puerta principal de la mansión.

— Es un honor para nosotros tenerlos aquí, su majestad — habló el padre, Fugaku, haciendo una pequeña reverencia a la pelirroja y su hijo.

— El honor es para nosotros, concedernos la oportunidad de formar lazos — respondió cortésmente Kushina.

— Por favor, pasen — los invitaron.

Naruto sentía curiosidad de ver al azabache, una sola vez lo vio en persona, ahora lo veía en fotos, admitía que era un doncel que no le pedía nada de belleza a nadie.

— Dirá que es descortés que Sasuke no se encuentre, pero le aseguro que ya está en camino — explicó Mikoto, guiando a todos a la estancia.

— ¿Dónde se encuentra? — indagó la pelirroja con curiosidad.

— Consiguió un equipo de deportes — Itachi intervino, excusando a su hermano menor — No tarda en llegar.

Al cabo de unos cuantos minutos escucharon pasos desde la puerta principal — Disculpen la tardanza, tuve que arreglarme antes de salir — se disculpo con todos los presentes, en especial con el rubio y pelirroja.

— No hay cuidado, lo bueno es que haz llegado — Kushina sonrió amistosa hacia el azabache que se mostraba confundido.

Naruto lo miró con detenimiento, era bastante lindo eso debía admitirlo pero había una pequeña espina que no lo terminaba de sorprender.

Pero ¿Qué más daba? Igual aunque no quisiera se iba a casar con él.

No es que le fascinada demasiado la dra tener que casarse con alguien que era mucho más joven que él.

Pero la fertilidad tenía algo que ver.

— Nosotros deberíamos darles las gracias por habernos invitado y aceptar — declaro mirando al azabache.

Este servía el té para que la casamentera que estaba ahí terminara por corregir esos "defectos" que poseía.

— De todos modos, sería bueno que se vean más veces antes del compromiso — susurró Mikoto — Por lo menos deberian saber los intereses y gustos del otro.

— Opino lo mismo, también, con su permiso debemos hacer algunas pruebas por si Sasuke es fértil.

— ¿Eso porqué? — cuestionó Fugaku intrigado por eso.

— No podemos arriesgarnos a nada, necesitamos un nuevo heredero, sería una pena que después de casados no puedan concebir.

— Creo que es un buen punto — la azabache lo pensó un poco, no sonaba muy convencida pero al menos sabía que no había nada que fallara.