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- Vamos querido, tienes que salir no es bueno para ti quedarte aquí sin hacer nada, ve a la playa, es un lugar tranquilo y hoy no hay mucha gente.

Kevin escuchaba a su mamá mientras miraba aburrido a través de la ventana, el sol era cálido, el viento fresco y el ambiente era el adecuado para salir pero el nunca tenía el ánimo para hacerlo, aunque lloviera a cántaros, hiciera un quemante calor o el clima estuviera perfecto como el de hoy él no saldría, vivía con el miedo constante de que su corazón dejara de latir o tener un inmenso dolor, ya no quería vivir así.
Ya no quería vivir.

Su madre lo vió con un rostro de decepción y preocupación mezclados.

-Esta bien, saldré un rato al mar, llevaré mi celular, no te preocupes. - Su madre un poco menos preocupada asintió y le dió un beso en la frente. Acepto porque no quería desobedecer a su madre, ella ha hecho demasiado por él y lo mínimo que puede hacer es hacerle caso.

Desde que le diagnosticaron una enfermedad del corazón (insuficiencia cardíaca) su vida no ha sido la misma, a pesar de ser alguien tranquilo extrañaba su antigua vida antes de esa enfermedad, la tristeza lo consumía poco a poco y prefería dejar de vivir a tener falsas esperanzas de tener una vida normal. El que se le haya diagnosticado tan joven le destrozaba, había imaginado su vida de forma diferente tenía planes y sueños pero que ahora eran aún más lejanos.

Al llegar a la playa no sabía que hacer, así que optó por sentarse en la arena a observar a las personas y disfrutar del aire fresco aunque tenía miedo de estar fuera de su casa. El cielo era azul con nubes esponjosas gigantes, el mar era inmenso y un azul profundo pero claro, las personas pasaban felices, niños con sus mamás, ancianos que caminaban en la orilla, parejas y amigos... Cómo deseaba esto último pero no podía permitirse tener emociones fuertes, no podía prometerle a una persona estar siempre a su lado porque él, en alguno momento, se iría y no quería romper una promesa, no quería romper un corazón, no quería hacerle daño a alguien ni a sí mismo.

De repente Seungbin sintió una mirada sobre él, volteo hacia atrás, a su izquierda pero no veía nada hasta que se encontró con los ojos de un chico, tal vez de su edad, su cabello era rubio, se veía que lo había dejado crecer porque unas raíces negras comenzaban a notarse, sintió sonrojarse cuando aquel joven le sonrió, decidió hacer como si no lo hubiera visto pero su mirada seguía insistente en el, volteó de nuevo pero está vez aquel chico venía hacia él, no sabía que hacer, estaba nervioso y tenía miedo de estarlo más.

- Hola, lo siento si te asusté - sonrió y su gruesos labios llamaron la atención de Seungbin - Me gustaría dibujarte, me pareciste muy lindo ¿Podría dibujarte?

Seungbin no sabía cómo reaccionar, apenas se había dado cuenta de que llevaba una libreta con él.

- No eres un estafador ¿cierto?

El chico rió y negó - No lo soy, no te preocupes - se sentó al lado de Seungbin y esperó su respuesta.

- Está bien - "Tal vez así le deje un recuerdo a mi madre cuando me vaya de este mundo" pensó Kevin. - ¿De dónde eres? Tu acento es diferente.

- Soy de Japón, es por eso que suena diferente - Dijo concentrándose en el rostro de Seungbin

- ¿Y por qué viniste aquí?

- Principalmente era un lugar que me quedaba cerca y estaba emocionado por ver cómo es aquí.

- ¿Sueles dibujar a gente desconocida?

- ¿Acaso eres policía o porque tantas preguntas? - rió - No, eres la primer persona que dibujo, hay personas lindas en Corea pero nadie llamó mi atención tanto como tú.

Seungbin se sentía halagado, el que aquel chico le haya dicho eso le emocionó.

- Me llamo Seungbin por cierto. O también puedes llamarme Kevin

- Reio Hayase, puedes decirme Leo. En realidad vine aquí por qué mi psicóloga me lo recomendó, dijo que tenía que salir de mi zona de confort, así que decidí viajar a otro país ¿Supongo que eso es lo suficientemente atrevido no? Además me gusta pintar y dibujar, he hecho muchas pinturas de Japón y comenzaba a aburrirme así que vine aquí, pinto todo lo que me parezca hermoso o bonito.

- ¿Acaso me estás coqueteando?

- Tal vez - Leo rió y siguió dibujando a Seungbin en su libreta mientras esté disfrutaba de la vista tan linda que había, no sé arrepentía de haber salido de casa a disfrutar del aire. Aunque de preguntaba porque teniendo una vista tan linda el había decidido dibujarlo a él. 

Leo revisó su reloj y eran las 6:40 de la tarde.

-Oh vaya, parece que debo de irme ¿Te parece si agendamos otra sesión? ya sabes, para continuar el dibujo y si quieres puedo pintarlo.

- Tal vez.- con un tono burlesco haciendo referencia al "tal vez" de Leo después de haberle preguntado si estaba coqueteando con el.

Leo se fue y Seungbin se quedó sentado un rato más tratando de procesar que es lo que había ocurrido, decidió volver a su casa y acostarse, estaba emocionado por volver a ver a Leo, era la primera vez que tenía contacto con una persona que no fuera su familiar y eso le emocionaba.

Por primera vez algo le emocionaba y tenía una razón para despertar al día siguiente.




Bueno, es el primer capítulo de esta historia vuelo a repetir TODA LA INFORMACIÓN SOBRE ESTA ENFERMEDAD NO ES LA MAS COMPLETA .

Trataré de investigar más para que sea lo más apegada a la realidad. Espero lo disfruten <3

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2023 ⏰

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