𝑁𝑎𝑟𝑐𝑜𝑙𝑒𝑝𝑠𝑦 𝑏𝑜𝑦 ʰʸᵘⁿˡⁱˣ ᵃᵘ [✔]

★彡 ③⑤ 彡★

[Felix]

Los tres días dentro del hospital habían pasado volando. Habían momentos, en realidad muchos, donde el miedo y la desesperación se hacían presentes porque no podía recordar absolutamente nada, más que a mis padres. Por una parte me hacía sentir mal porque sé que me pierdo de mucho, con la simple escena que habían hecho los chicos el otro día cuando vinieron al hospital, sabía que ellos eran amigos que valían la pena, aún cuando no me acuerde de ellos.

Pero al final del día, siempre había una sola persona que inundaba mi cabeza y no podía salir de ahí. Ese era Hyunjin. Tal vez me llamen loco o algo por el estilo, pero siento que desde siempre tuve una conexión con el, aunque si soy más claro, sentí aquello en el momento exacto en que el entró por la puerta de la habitación, luciendo totalmente despeinado y con su respiración agitada. Mi corazon había empezado a latir rápido y un cosquilleo se instaló en mi estómago.

El es hermoso, si, lo tengo que admitir, fácilmente podría nombrarlo como uno de los rostros más hermosos del 2023 y no tendría problema con ello. No soy tonto y sabía que el significó algo en mi vida, por la forma en me mira o por como lloró cuando me vió, el deseó mucho que yo me despertara.

-¿Felix, cariño?-levanto mi cabeza hacia la voz que me nombró-¿me estas escuchando cielo?, te decía que es hora de irnos.

-Oh si, si, lo siento-tomé una pequeña mochila que mamá había traído con ropa mía y la coloqué en mi hombro. Papá estaba esperando fuera de la habitación con una gran sonrisa en su rostro, ayudó a mamá a sostener los peluches y carteles que habían traído mis amigos, sin embargo, aún no podía dejar de pensar en una persona-¿donde está Hyunjin?-solté de repente.

-El esta en la universidad cielo, pero lo podrás ver más tarde, después de todo, son vecinos.

-Bien...

-Ah, casi lo olvido, este es tu celular hijo-papá extendió un iPhone hacia mi y lo tomé. Genial, ni siquiera me acuerdo de un simple celular.

-Gracias.

Una vez que tomé el aparato, comenzamos camino hacia el auto de papá que estaba estacionado en un garaje. Mis glúteos se sentaron en el asiento trasero y prendí el celular, ya que estaba apagado. Sin embargo, no pude ver mucho porque mis ojos se cerraron de repente y quedé inconsciente, solo agradezco que me dormí en el auto, hubiera sido vergonzoso hacerlo en público.