Primer contacto

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Tom

Vuelvo a mi espacio privado pensando en la conversación que acabo de tener con esa niña arrogante, no puedo negar que he tenido momentos de furia al verla creerse que puede burlarse de mí, pero por otra parte no ha hecho más que agrandar mi interés por ella, esa forma de mover los labios, esa cara de diosa y esas curvas; no le he tenido a ninguna mujer tantas ganas como le tengo a esta. Sus palabras me decían «no», pero su cuerpo decía lo contrario, puedo apostar que tenía las bragas empapadas, y yo nunca pierdo. Maldita niñata.

Me acomodo la erección y pido otro vaso de whisky, me siento en el sillón y me enciendo un cigarrillo.

-Tom, hay millones de tías en el mundo, y todas están a tus pies, no hagas que esa tía te ponga de mal humor y cógete a otra -me dice Javi con total libertad.

-No quiero otra, Javi, quiero a esa.

-Joder, ¿pero por qué si es una más del montón?

-Porque me da la gana, fin, y tráeme un informe de ella ya.

Eso hace que pare la conversación y salga de la sala para cumplir mi orden.

Javi llevaba en parte razón, no tenía por qué preocuparme mucho de las mujeres, ya que siempre tenía la que quisiera en el momento, he tenido chupándome mi pene a modelos internacionales, incluso a princesas reales e hija de senadores, pero en ese momento me daba igual todo, solo la quería a ella, sé que ella ha sentido la atracción sexual tan grande que hemos tenido, y solo es cuestión de tiempo, yo me llevo mal con la paciencia pero por ella estoy dispuesto a esperar.

Ha pasado una hora y no he podido parar de mirar como se mueve, cómo se ríe, los gestos de su cara, y esa forma de fumar que tiene tan morbosa. Aparece Javi por la puerta con una carpeta, me la pasa y le echo un vistazo, me llama la atención algo, su último novio tiene una denuncia de ella por maltrato, tiene una orden de alejamiento puesta, me fijo en la foto del chico, es verdad que tiene cara de cínico, pegaría mucho entre mis hombres, sigo viendo fotos de sus amigas y familia, hay una foto de ella con los auriculares puestos sentada en un banco de la estación de trenes y está guapísima, es preciosa, cada vez tengo más ganas de tenerla pegada a mí.

Cierro la carpeta y se la paso a Javi, me acerco a la cristalera, la observo, veo cómo se separa de la pista y se acerca con sus amigas a una mesa, la veo desaparecer entre la multitud y pasa un rato hasta que la vuelvo a ver, tiene la cara encendida, no me sorprende cuando levanta la cabeza y mira hacia mí, sé que no me ve por la oscuridad del cristal y pulso un botón en el lateral para que se ponga transparente, me quedo mirándola fijamente y medio sonrío, ella hace lo mismo, sabía que ella también lo sentía, y ahora sabiendo su historia sé que hice mal al presentarme de esa manera tan dominante, así no la voy a tener, así que pienso cambiar de táctica, ella baja la mirada, desde aquí noto cómo se sonroja, se me empieza a abultar el pantalón. Toda la situación intensa se esfuma cuando la veo temblar con miedo en la mirada, está mirando a un punto fijo y se agarra a sus amigas, va directa a la salida, miro hacia el punto que ella miraba y veo cuál es el problema, lo recuerdo de la foto que he visto. Bien, la noche se pone interesante. Si no puedo tenerla a ella tendré que conformarme con sangre en mis manos de ese inútil. Veo cómo él se escabulle entre la gente buscándola, apago el cigarrillo y salgo del local por la puerta que solo es para mí, me dirijo al parking, ya que sé que ha venido en un Skoda rojo y sé dónde está aparcado exactamente, le digo a Javi y a mi equipo que me esperen lejos, no quiero que ella los vea. Además, para un inútil así, no me hace falta más que una sola mano y me sobra.

Llego al parking y la veo apoyada en la parte trasera del coche, está descansando los pies, se nota que está cansada, y veo que él se está acercando a ella y ella no lo nota porque tiene la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados, «inútil, vas a conseguir que te maten». Me acerco a él por detrás, sigiloso, para que no note mi presencia, y cuando va a levantarle la mano se la agarro, le retuerzo el brazo haciéndole una llave y pegándole el torso a la parte trasera del coche, él gime de dolor:

POLOS OPUESTOS - [Publicado por Editorial] (1° Bilogía Atracción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora