¿La palabra amor es demasiado para ponerla en los labios que no la merecen?

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Piel con piel, ambos estábamos desnudos para el otro, gemidos y el sonido de la lluvia era todo lo que envolvía la habitación, no podía despegarme de la boca de Craig, sus labios amargos con sabor a cigarrillo pero también a galletas de coco, esos que él ama, que come a escondidas cuando está triste. Entrelazábamos suciamente nuestras bocas, en un compás que sabíamos de memoria, nuestros hábitos, nuestros pensamiento, no fundíamos en un beso lleno de sentimientos. Rozando nuestras partes bajas, mientras nos recorríamos con las manos, quería tocar cada lugar, que me quemaba al tocar su piel, aquella piel que siempre está fría pero esta tan caliente entre las sábanas.

"Kenny..." Gimió tan dulcemente, que no parecía ser mi nombre. Me llamaba impaciente, pero no me iba a apresurar, no lo quería lastimar. Menos hoy.

Así que metí el primer dígito, le senti temblar, gemir solo por la introducción... me sorprendí que no entrara tan difícil, así que me quedé mirándole.

"Yo... pensé mucho en ti" Confesó. Tuve que agarrar mi cara con mi otra mano, este chico me iba a volver loco, absolutamente.

No pude evitar lanzarme a besarlo mientras metía otro y jugaba con la entrada, él gemía entre el beso, quería aflojar lo más que pudiera para no lastimarle. Cerraba los ojos mientras seguía gimiendo y yo... lo miraba con todo el amor que se me permitía para amar a otra persona. Un tercer dedo que entró más complicado y pude sentir como apretó más de la cuenta.

Y fue que vi que mi abdomen estaba manchado con semen. Craig estaba jadeante.

"¿Te acabas de correr solo con mis dedos?"

Se alarmó, abriendo los ojos en pánico y vergüenza. Poniéndose aún más rojito de lo que ya estaba.

"¡Cállate!" Me aguante la risa, no quería avergonzarlo aún más. Se me olvida que Craig es jodidamente sensible.

Craig trataba de recuperarse de haberse corrido hace nada así que jadeaba y cerró los ojos, sin esperar que alinee la cabeza de mi polla con su entrada, introduciendo la puntita, esta se resistió para mi.

"Oye, espera. Agh, Kenny, aún estoy sensible"

Le tome de la cadera, hundido en la excitación para introducirme lentamente mientras Craig se retorcía debajo mío, estaba jodidamente caliente, y podía ya sentir como sus paredes me derretían el miembro, me envolvían tan suavemente que parecía un pecado. No llegué ni al fondo y ya sentí que estaba en el puto cielo, jadee y gemí, Craig me maldecía pero seguia tomándome tan fuerte que no me quería soltar, apretaba mucho.

"Craig..." Me miró de reojo molestó.

"¿Qué?"

"Te amo..."

Abrió los ojos y gimió fuertemente cuando embestí hasta el fondo, prácticamente maulló sorprendido perdiendo todo el aire de sus pulmones, estremeciéndose por completo, afirmándose de la almohada detrás de él. Ya no era dueño de mis propias caderas, se movían por cuenta propia entre el pecaminoso placer, seguía tomando las caderas de Craig y chocándolas con mi pelvis, sus glúteos rebotaban y envolvían todo mi ser. Quería ir más duro, más fuerte, me incliné hacia Craig para besarle y apoyar mi frente encima de la suya, sabía que mis ojos estaban llenos de placer me lo comería por completo sin dejar nada si fuera posible, y debajo mío Craig que se estaba dejando arrancar pedazo por pedazo.

Me seguía el paso pero con arisquedad, cuando no conocía mi lugar y era muy duro enterraba sus uñas en mi espalda, dejando suaves marcas que me animaban aún más a estamparle más profundamente, este gemía y yo me comía sus gemidos, cuando ya estábamos chocando el colchón contra la pared, envolví la cabeza de Craig con mi mano para evitar que se pegara en la cabeza mientras seguía cogiendomelo.

Espérame a nuestra muerte juntos | Crenny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora