Amarlo era arriesgar muchas cosas, para llegar a él perdí muchas cosas. Era un peligro.
Perderle fue como perder una parte de mi, si, lo odiaba pero era un amor-odio.
Recordarlo era como cortar mi cuerpo en miles de pedazos y poner sal en las heridas.
Tratar de olvidarlo fue como tratar de conocerme a mi misma siendo una completa extraña.
Pero amarlo era Rojo.
Tocarlo era imposible, no me atrevía ni a rosar su hombro.
Perdonarlo fue un error muy grande pero valió la pena porque así me di cuenta de el daño que me hacía.
Dejarlo atrás me llevó más de una semana mintiendo y convenciendome a mi misma de que ya había quedado atrás y él ya tenía a alguien más.
Amarlo fue matarme a mi misma.
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Loving him was burning RED
Non-FictionAmarlo a él era rojo pero no abrir los ojos era lo mejor