»Amor Enlazado 🌿 +18 [ Lizkook ]

🌿; 003

El calor que inundó su cuerpo no sólo fue el placer que estaba sintiendo, sino más bien, era el calor corporal que el cuerpo que estaba encima de ella estaba soltando.

Lisa gimió al sentir su pezón ser lamido y mordisqueado con delicadeza, dándole placer. Sus manos subieron por una ancha espalda hasta llegar a la cabellera negra, hundiendo sus dedos y tirando de este sin llegar a ser doloroso para él.

Un suspiro de alivio salió de sus labios al sentir como la boca que chupaba con mucha habilidad, pasaba a su otro pezón, haciéndola gemir un poco más fuerte.

Sintiendo como una de sus manos bajaba por en medio de sus cuerpos, hasta posarse en su vientre, dejándola un momento ahí y acariciando esa zona sensible y muy importante para los híbridos, ya qué, oler el vientre de su pareja, era una señal de reclamar una descendencia próxima, así qué, el hombre dejo su pezón, y fue bajando por su estómago mientras iba dejando besos húmedos por todo su camino que recorría.

Cuando él llegó a la parte del vientre de Lisa, se permitió oler un poco esa zona, deseando ver a la mujer tener el vientre hinchado con sus futuros hijos. Dejó un beso ahí, antes de bajar aún más y levantar sus piernas, sosteniendolas con sus manos. Él miró a Lisa desde esa posición y sintió su puma rugir con satisfacción al ver a su pareja gemir con necesidad de ser tocada por él.

Sonrió, sintiendo sus ojos cambiar a los de su puma, bajo la cabeza y no dudo en pasar su lengua por toda su vagina. Lisa arqueó la espalda y sus manos apretaron la sabana de su cama, mientras dejaba salir un gemido profundo y ruidoso.

Sonriendo ante su reacción, no dudo en seguir haciendo lo mismo, sin embargo, está vez no se aparto y se dedicó a lamer y a chupar con un poco de fuerza su clítoris, arrancándole un gemido fuerte, sintiendo como su vientre se apretaba, sintiendo que en cualquier momento iba a explotar de placer.

Sin embargo, aquella sensación se detuvo, soltó un lamento, siendo callado por unos labios sobre los suyos, inmediatamente correspondió al beso con ferocidad. Sus piernas se enrollaron en la cintura de él, mientras que él, no desaprovechó la oportunidad para simular unas embestidas, pasando su miembro por su vagina, haciéndola gemir.

—Preciosa — Lisa sonrió al escuchar esa voz susurrar sobre su oreja, sus manos se posaron sobre su espalda, sintiendo como el miembro de él empezaba a abrirse paso dentro de ella, su espalda volvió a arquearse y su cabeza se tiró hacia atrás, dejando su cuello a merced de su amante, quien no dudo en besar y chupar esa parte de su cuerpo.

Cuando el miembro entro completamente en ella, el aire quedó retenido en sus pulmones, sintiendo la necesidad de continuar con aquellas embestidas tan placenteras, no dudo en alzar sus piernas y mover sus caderas en círculo, arrancándole un gemido a él.

—Eres perfecta — se levantó sobre sus rodillas y llevo sus manos hacia arriba de su cabeza, teniendolas apresadas ahí y empezando las fuertes y profundas embestidas sobre su delgado cuerpo.

Gemidos, jadeos y suspiros llenos de placer salían de ambos, las duras embestidas hacían un sonido obsceno a la hora de hacer contacto piel con piel de manera brusca. En algún punto de aquel encuentro, los ojos de ambos cambiaron, los de Lisa se volvieron grises con una línea negra, mostrando los ojos de su gatita, mientras qué él, sus ojos se volvían de color verde, todo el ojo tomó ese color y una rueda negra se posó en medio de su ojo.

Las embestidas se volvieron aún más rápidas, Lisa gritaba de tanto placer, estaba llegando a su punto máximo, no sabía cuándo tiempo podría aguantar más. Cuando pensó que se desmayaría del placer, su orgasmo arrasó por completo con toda su energía, su cuerpo perdió todas sus fuerzas. Mientras que él, tuvo su orgasmo de manera fuerte, llenando por completo a Lisa, pero antes de que pasara por completo su orgasmo, se agachó y sacó sus colmillos, enterrandolos en su cuello, sacándole un gemido y haciéndola venir de nuevo, teniendo suficiente para desmayarse.

[ 🌿 ]

El sonido de la lluvia chocar contra el suelo, la hizo removerse incómoda en la cama, sintiendo un leve dolor en su espalda baja y en su cuello. Soltó un jadeó un poco roncó, se giró hacia un costado, y poco a poco, fue abriendo sus ojos, hasta toparse con el techo hecho de paja seca, aquello la hizo fruncir el entrecejo, no recordaba haber llegado a una cabaña después de bajar del helicóptero.

Soltó un suspiro, levantándose con un poco de dificultad, tomó asiento en la orilla de la cama, talló su ojo izquierdo, antes de levantarse, teniendo una camiseta blanca ancha y larga en su cuerpo, camino hasta el marco de la puerta y miró en dónde se encontraba.

—Ya despertaste — pegó un brinco al ver aparecer a un hombre desde otro cuarto, él era alto, musculoso, su cabello negro le daba un toque más masculino, mientras que llevaba el torso desnudo, mostrando el tatuaje completo de su brazo que recorría hasta su pecho.

—Disculpe, ¿Quién es usted? — preguntó, mirando lo que hacía, notando como agarraba un plato con unas tipo tartas, con algunas moras azules a un costado.

—¿No recuerdas lo que pasó anoche? — dejando el plato encima de la mesa de manera, se dió la vuelta, mirándola de arriba a abajo. Lisa miró su aspecto, soltando un gritó sorprendida, inmediatamente llevo sus manos a sus pechos, notando que no tenía su sostén puesto. Estaba desnuda. —Ya veo que no — confirmó. —No te preocupes, puedo ayudarte a recordar — sonriendo de lado, dió unos pasos hacia ella, mientras que Lisa, se puso alerta y se alejó rápidamente de él.

—¡No, déjame, no te atrevas a tocarme! — señaló, mientras que él sonreía de lado. —¿¡Qué fue lo que me hiciste anoche, eh!? — gritó, estando histérica al sentir nuevamente ese dolorcito en su espalda baja.

—Sólo te ayude, cariño — él trato de volver a acercarse, sin embargo, ella volvió a alejarse, frunciendo el entrecejo un poco molesto por el rechazo que le estaba mostrando. —Ven aquí — señaló frente a él, cruzándose de brazos y dejando resaltar sus músculos de más.

Lisa tragó saliva y negó con la cabeza antes de ubicar la puerta y salir corriendo de la cabaña. Miró de reojo hacia atrás y vió como aquel hombre empezaba a perseguirla con rapidez.

—¡Ayuda, por favor, ayúdenme! — gritó, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

Siguió corriendo, hasta que sintió unos brazos rodearle desde atrás. Lisa gritó y forcejeo para que la soltará, sin embargo, la fuerza que él poseía era mayor a la suya.

—No puedes irte, ahora eres mi prometida — dijo, a lo que Lisa simplemente se dió por vencida, había llegado a la boca del lobo y no sabía si podría salir con vida de ese lugar.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨