Segunda Opción

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—Padre, soy Hinata.

Los viejos hombres, antiguos ninjas siempre terminaban con heridas que nunca terminaban de sanar; lo difícil de haber vivido dos guerras provocaba que cualquier superviviente viviera lo que le restaba de vida constantemente con el miedo de que otra guerra surgiera y fuera más devastadora que la anterior. Los lideres de clanes en este contexto siempre tuvieron la vida de sus clanes sobre sus hombros, más allá de tener el deber de servir y ser fiel a una aldea, lo primordial era proteger a la familia que significa ser un clan. 

Hiashi había sido un líder del cual el clan Hyuga siempre se sintió orgulloso, tal vez fue un mal padre, un mal esposo y un mal tío, pero dentro de la política de Konoha siempre fue un buen líder para su clan y la aldea poniendo al pueblo siempre antes que su familia.

—Padre por favor ¿Puedo pasar? —Hinata tocó nuevamente a la puerta de la nueva vivienda de su padre. Hiashi había decidido abandonar la mansión familiar una vez se anunció que ella sería la nueva líder dejando sus aposentos y oficinas a Hinata y su esposo. 

Lo que alguna vez fue el hogar de Hizashi Hyuga y su familia ahora era el hogar de su padre luego de que Neji muriera y nadie pudiera reclamar la residencia en los territorios de la rama secundaria.

Hinata había ido a despedirse de su padre antes de partir a su luna de miel, su tiempo de licencia estaba contemplada para un viaje de dos semanas fuera de aldea por lo cual quería asegurarse de que la situación actual de su padre no fuera tan grave o de otra forma hablaría con su ahora esposo para cancelar su viaje.

Hiashi nunca se disculpó por todo lo que hizo con ella en el pasado (es un alivio que al menos Neji murió con una disculpa por parte de su padre), pero eso no impide que Hinata lo haya perdonado hace ya mucho tiempo. Tokuma lo entendería, estaba segura, de todos modos, su ahora esposo había sido uno de los hombres de mayor confianza de Hiashi cuando aún mantenía el título como el líder de los Hyūgas. 

—Hinata-sama, Tokuma-sama la está esperando —Ko llama a sus espaldas. Como nuevo miembro del consejo le había confiado la seguridad del clan mientras se encontraban fuera de la aldea, no había otra persona (a excepción de Hanabi) en la que Tokuma y ella confiaran completamente para ausentarse por tanto tiempo sin tener el control del clan a raya—. ¿Necesita algo de mi persona que pueda ayudarla?

—Ko, ¿Cuál es la situación de mi padre? Él no responde a mi llamado desde esta mañana.

—Me temo que Hiashi-sama no ha permitido las visitas a excepción de Hanabi-sama; como sabe mi señora se acerca la fecha de su cumpleaños y el de Hizashi-san por lo cual debe ser un momento difícil para su padre. 

—¿Ni siquiera las visitas de Guy-sensei?

Ko niega para su decepción. La última guerra le había quitado casi todo a su padre, viejos camaradas como lo fueron Shikaku Nara e Inoichi Yamanaka, a miembros importantes de su clan que sirvieron en su consejo y también a Neji; Hanabi y ella intentaron ser un soporte para Hiashi, pero el hombre se había cerrado en una burbuja que solo Hanabi y el ex sensei de Neji podían atravesar.

Hiashi y Guy habían sido dados de baja una vez se comprobó que sus cuerpos ya no eran aptos para seguir como ninjas activos. Como viejos veteranos una vieja amistad de antes de su propio nacimiento había resurgido, al parecer Guy-sensei había sido muy cercano a su fallecido tío Hizashi cuando aún era un genin en entrenamiento. Para Hiashi tener a Guy era como tener una pequeña parte de Hizashi a su lado, y ahora con Kakashi como Hokage, Guy también encontró una amistad a parte de su viejo rival.

—Necesita alcanzar a su esposo en la puerta de la aldea Hinata-sama, si queremos mantener la fachada de su matrimonio no podemos permitirnos que los miembros del consejo empiecen a quejarse. —Ko susurra bajamente para que solo ella pueda escucharlo