JUNGKOOK
—Son las 19:24 horas. ¿Gusta que traiga su comida señor?
Moví mi mano en negación, no tenía hambre de comida normal. Me sentía hambriento y ansioso, mi estómago ardía por el jugo gástrico tras haber pasado ya dos días sin comer alimento sólido. Al final ese sentimiento de encierro fue más fuerte y salí del rascacielos.
El ascensor tenía a dos omegas que me veían curiosos, podía sentir sus feromonas, aunque traían millones de químicos en la sangre. Algunos omegas preferían ocultar su casta y pasar desapercibidos, estos eran los más modestos y los que más me atraían.
Si yo podía saber lo que ocultaban, era gracias a mi casta la cual me hacía más sensible a todo lo que me rodeaba. Mis cincos sentidos estaban mejor desarrollados, mi físico era admirable y mis feromonas un arma letal natural que podía matar a estos chicos de querer. Pero los dos iban concentrados y hablando sobre algo que veían en un teléfono, por lo que no los molesté. Era un hijo de puta, pero sólo de vez en cuando.
—Si pudiera tener la oportunidad de hablar con el hijo del CEO de IAR podría morir feliz.
—¡Sí! Es tan apuesto y popular, dicen que sus redes sociales están llenas un 99% de omegas que le piden una noche o simplemente lo adoran y el otro 1% es de alfas tontos que se sienten inferiores —y continuaron como unas chácharas mientras bajábamos las 163 plantas del Abyss Heaven.
Últimamente me había encontrado a mí mismo disfrutando escuchar pláticas ajenas, lo descubrí justo ayer cuando dos de mis subordinados hablaban sobre lo mal que lo estaban pasando últimamente al no encontrar buenos compañeros de sexo. Ahora estaba aquí, escuchando a dos omegas mojar sus calzones con sus fantasías sexuales.
Desprendían ese aroma dulce conforme más emocionados estaban. Se tomaban de las manos mientras daban pequeños grititos y se recargaron en la caja del ascensor para controlarse un poco.
—Disculpe —uno de ellos se disculpó.
—En el AHD son libres de hacer lo que quieran.
—¿Es usted huésped de este hotel? ¿En qué piso se hospeda?
—No soy huésped, soy el dueño.
Más gritos, internos. Sus feromonas cambiaron de euforia a interés, ¿cómo podía saber que estos chicos estaban interesados con sus feromonas? Lo cierto era que seguía siendo difícil captar todo de una persona mediante unas feromonas, por eso prestar atención a su rostro y postura era importante.
Pero, justo hoy no tenía ganas de llevar a dos omegas a la cama.
—¿Podemos acompañarte esta noche? Estamos libres.
—Estoy seguro que saben quién es el dueño de este lugar, por lo que voy a ahorrarme los detalles.
Finalmente se encogieron de hombros y desistieron. Todos sabían que su dueño era un gamma y siempre y cuando no se le molestara, no estarían en peligro. El Abyss Heaven había sido construido por el bastardo que cuidó de mí cinco años. Tras unas remodelaciones y traer a los arquitectos más talentosos que pude encontrar, mi obra maestra estuvo lista con todos los caprichos que decidí incluir.
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Abismo Inmoral (Kookv)
FanfictionTodos nacen con un alma que determina su destino. Pero, ¿qué pasa cuando nace un desdichado que tiene por alma al abismo? Aquellos que nacen sin un alma están condenados a vagar en la tierra por toda su vida sin poder amar y ser amados. Se convierte...