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Los pies le ardían a Seungmin, llevaba caminando por lo menos dos horas entre el humo y los escombros, su cubre bocas estaba comenzando a colmar su paciencia, era difícil ver y respirar cuando todo era gris. Escuchó toser un par de veces a alguien detrás y se giró levantando el dedo índice, todos se detuvieron y lo miraron, dos niños se abrazaron entre sí con miedo. Hubo un largo silencio donde solo algunas piedras pequeñas rodaban por el suelo, entonces volvió a dar otra señal y reanudaron el paso.

Llegaron al túnel y él se quedó en la entrada esperando a que todos pasaran en silencio, fue ahí cuando tuvo el tiempo suficiente para examinarlos. Eran mujeres, ancianos y niños, bebés incluso, todos cubiertos de tierra y rasguños que tendrían que desinfectar luego. Les quitó descubrió el rostro a todos para examinarlos, ellos guardaban silencio y agachaban la cabeza con sumisión.

Todo era normal, Asintió una vez y se adentró por fin al túnel.

¿Qué ocurría? Muchos se preguntaron eso cuando todo empezó, cuando una luz cegadora inundó una pequeña ciudad fronteriza y acabó con la población, dejando solo un vago recuerdo en forma de muebles y escombros, despues de eso la luz se movió con paso firme hasta el centro, pero para ese entonces muchas personas ya habían emigrado o se habían escondido, estaban escapando. Todos eran inocentes, incluso los soldados que solo defendían a su patria.

Aquel resistente país que una vez se reveló contra un orden mundial ahora estaba dividido, destrozado más de lo que una vez estuvo. Era deprimente verlo intentar andar sabiendo que en cualquier momento volverían a ser azotados por un arma que solo pudieron imaginar como un apocalipsis. Pero no lo era. Seungmin había visto otro mundo, un mundo blanco donde todos eran sonrientes y conformes, un mundo lejos de la realidad, como un sueño.

El mundo de Hwang Hyunjin.

Era precioso, pero aterrador. Lleno de falsedad, bien, su antigua ciudad no era la mejor del mundo, de hecho, era la peor, no buscaba defenderla, pero no se dejó guiar por "esto es mejor" Si, lo habían sacado de su miseria, pero lo encerraron en otra. Una con gente que sonríe mientras te golpea. Con gente que realmente no le interesa la vida de otros más allá de sus elevadas paredes.

—¿A dónde iremos?— Pregunta un anciano, y Seungmin tiene fascinación por él, alguien de tan avanzada edad viviendo en ese azotado país.

—Cruzaremos la frontera.— Responde. —Dentro de la ciudad cero hay un refugio para todos. Iremos ahí.— El hombre lo mira curioso y extiende la mano hasta que esta está sobre su cubre bocas. Seungmin es respetuoso y la retira por si mismo.

—Pero si eres solo un niño... ¿Qué edad tienes?

—Veinte.

—¿veinte? Sigues siendo solo un muchacho como para hacer estas cosas.

Seungmin sonríe con amabilidad y gira hacia las pocas provisiones que lleva, le ofrece agua al señor y este la toma un poco dudoso. Esto le da tiempo a Seungmin para darse la vuelta y comenzar a caminar, a pesar de que las personas se sientan seguras él sabe que están en terreno peligroso, los Sucios ya habían pisado aquel túnel una vez.

—Es hora de irnos.— Anuncia al pequeño grupo.

—Aún estamos cansados— Responde una mujer. —¿no podemos descansar unas horas? Los niños necesitan dormir.

—Podrán dormir cuando lleguemos al refugio, ahora estamos en una zona delicada.— Ayuda a una mujer embarazada a ponerse de pie. —Solo tomen agua y coman un poco, pero debemos irnos.

No hay quejas al respecto, Seungmin los vuelve a observar buscando algo sospechoso, más no hay nada de que alarmarse, solo son personas debilitadas que buscan un lugar para poder vivir. Su mirada llega hasta un niño pequeño tomando agua que le ofrece su madre, y sin saber bien por qué solo lo mira en silencio, con un amargo sabor en la boca.

inmundo;승황Donde viven las historias. Descúbrelo ahora