Capítulo 24 - El renacuajo

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La mañana siguiente Cassie despertó con un terrible dolor de cabeza sin embargo lo que más le dolió fue su corazón, volvió a hacerse un ovillo en su cama mientras lloraba al recordar la montaña rusa de emociones y cosas que habían pasado en esa se...

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La mañana siguiente Cassie despertó con un terrible dolor de cabeza sin embargo lo que más le dolió fue su corazón, volvió a hacerse un ovillo en su cama mientras lloraba al recordar la montaña rusa de emociones y cosas que habían pasado en esa semana.

Con toda la fuerza de voluntad que pudo reunir en su cuerpo se levantó de la cama y se dio una larga ducha para empezar a alistarse para la escuela a la que se fue patinando pues Billy nunca llego y ella tampoco lo espero.

Sabía que ya no había nada que salvar luego de la noche anterior y se había decidido a alejarse de él, ya no podía estar cerca de el sin tenerle miedo.

Justo cuando Cassie estaba llegando hasta una de las mesas de madera que había afuera de la escuela para sentarse a quitarse los patines vio como el ruidoso auto de Billy se estacionaba, el rubio y ella compartieron una mirada que lo decía todo.

Ambos apartaron la mirada antes de caminar a sus respectivas clases tomando caminos separados; Billy sabía que había pasado un límite la noche anterior por culpa de su padre, se había vuelto el monstruo que siempre temió ser y con la persona que menos quería hacerlo.

Finalmente y como sabía que lo haría, Billy había arruinado lo único bueno que quedaba en su miserable y patética vida, había arruinado su relación con Cassie.

--¡Hola! - saludo alegremente la chica del casillero contiguo al de Cassie quien, de forma cansada, trataba de guardar sus patines

--Hola... Robin ¿Cierto? - pregunto Cassie con duda

--La misma- dijo emocionada- ¿Necesitas ayuda? - señalo sus patines

--Por favor- pidió Cassie con una pequeña sonrisa, se sentía horrible y empezaba a arrepentirse de haber ido a la escuela

--Oh tengo algo que te puede ayudar con eso- dijo divertida la de pelo cobrizo rebuscando algo en su mochila cuando el estómago de Cassie soltó un rugido

No había comido nada desde el día, anterior avergonzada y sonrojada Cassie acepto el chocolate que Robin le extendió con una tierna sonrisa, ninguna de las dos lo supo, pero ese fue el comienzo de la amistad que sacaría a Cassie del pozo en el que sentía que se encontraba.

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--¡Estoy en la misma clase! - dijo Cassie sorprendida cuando, después de conversar un poco más con Robin mientras no sonaba la campana, la cobrizo le dijo cuál era su primera clase

--Lo sé- dijo sonrojada Robin

--Lo sé- dijo sonrojada Robin

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AMIGOS || Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora