家賃 ┊❛❛A Chifuyu nunca le ha gustado romper sus promesas, pero cuando hace una que sabe no puede cumplir, hace hasta lo imposible por no dañar la ilusion de su hija de 7 años.
Es por eso que contrata a Baji Keisuke durante 24 horas, para que vaya a...
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Pero Chifuyu se arrepintió justo cuando estaba por mandar el mensaje.
Y es que puede que estuviera desesperado y su juicio nulo como la vista de un ciego, pero aún vagamente podía definir entre lo correcto y lo que no, y definitivamente ese engaño a flor de piel era de todo menos correcto.
Sí, Chifuyu podía estar que se tiraba del balcón de la frustración, pero aún podía racionar como un adulto.
— ¡Papi! —Exclama Jade desde el pasillo. Unos cortos pasitos se escuchan a toda velocidad, para luego aparecer Jade con los rulos enmarañados y el vestidito de fresas lleno de pintura rosa.
— ¡Jade! ¿Qué te he dicho de pintar sin mandil? Ya has pintado tres vestidos en esta semana —Suspira y mira el nuevo lío que él va a tener que limpiar.
Jade, por el contrario, no le da importancia y salta sobre la cama matrimonial, gateando hasta llegar a Chifuyu.
— Es solo que estaba pintando un regalo para papá, pero he caído en cuenta de que nunca lo he visto. ¿Cómo se supone que le pinte un lindo retrato si no sé cómo se ve papi?
Y su niña es un tesoro, Chifuyu no puede negarlo, pero ahora mismo quisiera que un hoyo se abriera bajo la cama y lo tragara hasta el infinito y un poco más allá.
Chifuyu lleva su mano libre hasta su nuca y rasca con insistencia la zona realmente no muy seguro de que decir. ¿Que como se veía su padre? Posiblemente como el idiota más grande del mundo, pero eso Jade en definitiva no tenía que saberlo. Podía darle skip y en su lugar crearle una bonita y rosada mentira apta para su edad.
— Podrías hacerle otra cosa —Sugiere y espera que su hija no sea tan caprichosa y acepte su más humilde oferta— ¿Qué tal un poema? ¿No has escrito uno para el recital? Ha puesto a que puedes sacar uno muy bonito para papá.
— ¿Le gustarán los poemas?
— Cualquier cosa que le hagas seguramente va a gustarle.
— ¿Podemos hacerle un pastel? —Pregunta sonriente.
Los ojos de Jade se iluminan ante la magnífica idea de prepararle algo a su padre y Chifuyu realmente no se siente capaz de negarle algo a esos enormes ojos suplicantes de cachorro.
— Claro.
— ¡Sí! ¡Regalo para papá!
Chifuyu sonríe enternecido y seguidamente deja un amoroso beso entre los rulos de Jade.
— ¿Qué te parece un enorme pastel de fresas?
— ¡Un enorme pastel de fresas y crema para papá! ¡Sí!
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Chifuyu dio un largo suspiro y deslizo el dedo delicadamente sobre el mouse de su iPad, consiguiendo que la flecha blanca en la pantalla se moviera hasta posicionarse en la primera opción del sitio web.
Rentar un padre falso...
Traga saliva y trata de convencerse de que medidas desesperadas requieren soluciones realmentedesesperadas y él necesitaba arreglar el gran lío que había creado por abrir la boca de más.
Cerro los ojos y dio dos toquecitos sobre el mouse, abriendo una nueva página en su ordenador. Los latidos en su corazón se dispararon y ahora golpeaban con fuerza contra su caja torácica.
Cargando...
No era su culpa. No era su culpa que estuviera a punto de rentar una persona como si fuese un pedófilo necesitado de sexo —por qué si realmente lo pensaba todo eso sonaba bastante ilegal—, era solo que no se perdonaría si veía llorar a Jade por culpa de su bocotá.
Había situaciones en las que el fin justificaba los medios, ¿No?
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— ¿Qué estás haciendo Chifuyu? Este no eres tú.
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¿Realmente algo podía justificar lo que estaba a punto de hacer?
No era mal padre. Se convencía a diario de que era un mal padre, a pesar de tener sus días de descuidos y torpezas. Había días en los que no quería levantarse de su cama o que incluso sus labores sobrepasaban su límite y él solo quería tirarlo todo por la borda y huir.
Sí. Por supuesto que existían esos días. Días en las que solo quería ser un adulto con 23 años y no un padre con 70 responsabilidades al día y una hija que no dimensionaba lo mucho que sacrificaba a diario por ella.
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¿Algo sería distinto si su yo de 17 años hubiese decidido "amar" a Ryusei?
Quizás no hubiese descubierto lo lleno que se sentía que emotivamente te llamaran papá.
Cargando...
Y si le preguntan, Chifuyu posiblemente diría que un "papi" de Jade era suficiente pago a su sufrimiento de adulto con responsabilidades.
¡Cargado exitosamente!
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¡Gracias por adquirir nuestros servicios! ¡Hasta pronto y disfrute de su nuevo bombón!
Definitivamente, necesitaría un psicólogo luego de eso.
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