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"Cuenta un mito de que si mueres cerca de un pino, sus raíces absorberán tu alma y te dará la oportunidad de reencarnar y vivir lo que no pudiste hacer en tu vida pasada. Este obtendrá al pasar de los años el color de ojos de tu antigua vida".

Siglo XVII. South park, Colorado.

En el pequeño pueblo de south park se decide ejecutar al joven Damien Thorn. A quien se le acusa de brujería injustamente por sus ojos rubí y se decide que sea quemado atado en un joven pino de tonos verdes.

Entre la multitud se encuentra un chico de rubios cabellos. Phillip Pirrup, prometido de damien, hizo todo lo posible para que no se lleve a cabo su ejecución. Teniendo que ser sacado a la fuerza de tal pino, le pregunta a su amado entre lágrimas.

―¡Damien! ¿Podré volver a verte en otra vida?
―Phillip, en otra vida te buscaré y viviremos un feliz para siempre. Es una promesa. ―Dijo para luego morir incinerado atado en tal pino.

Siglo XXI. South Park, colorado. 22:00pm.

Era un día fuera de lo común para Damien, quien se dirigía junto a su padre a su nuevo hogar, en south park.

―¿Estás emocionado? Digo, tienes nueva casa, nueva preparatoria, nuevos amigos. ―Dijo su padre, un hombre alto, grande con pelo azabache.
―... ―Este no dijo ni una palabra desde que subió al auto, no quería hablar con su padre. No tenia nada que discutir con su padre. Además estaba analizando su nueva casa, pues llegaron hace unos segundos
―Bien, si gustas ignorame. Solo te pediré que saques tus maletas del auto. ―Dijo con disgusto.

Mientras Damien sacaba su equipaje y objetos de valor su padre rompió el hielo.

―Bueno, mañana tienes un largo día en la preparatoria, te inscribí y compré lo necesario.

Damien seguia ignorando a su padre, no veía la necesidad de hablar con el. Mientras sacó su teléfono y se acercó a la puerta para explorar el pueblo.

―Hijo, se que esto es duro para ti, pero no me puedes ignorar toda tu vida. Sabes que lo siento. ―Dijo acercándose a su hijo para palmear su espalda.
―Si es que se me da la gana te ignoraré hasta que muera, sabes lo que hiciste. Y no te lo perdonaré nunca, tú destrozaste la hermosa familia que éramos. ―Y sin más dejó a su padre con la mano alzada, yéndose del lugar.

El padre sabe que lo que hizo no está bien. Y que a causa de su avaricia perdió a una hermosa mujer, y poco a poco su hijo.

El de ojos carmesí caminaba por las calles de south park hasta que encontró un viejo bosque, lleno de árboles gigantes. Entre ellos destacaba un gran pino color carmesí, uno muy bello. Es la primera vez que vé un pino de tal color, siquiera sabía que existían pinos de ese color. Sin más se aventuró en tal bosque para ver a más detalle ese gran pino.

Llegó en dónde estaba tal pino y sin más golpeó su madera hasta hacer sangrar sus nudillos.

―¡Maldito viejo idiota! Es un desgraciado, éramos una familia tan feliz hasta que el tuvo que arruinar todo. Maldito infeliz. ―Decía con lágrimas de ira, tuvo que dejar a sus amigos, a sus colegas, a su madre para ir con su padre.
―Es una lastima lo que estás pasando, pero el pobre pino no tiene la culpa de nada. ―Se oía una voz delante de el, en la otra cara del pino.

De la otra parte del pino sale un chico rubio, unos centímetros más bajo que el, de dorados cabellos, ojos celestes con los que casi podrías ver el cielo en ellos, piel algo palida.

En verdad parecía un angel caído del cielo.

―Dime ¿Cuál es tu nombre? ¿Y quién es el hombre al que insultas?―Preguntó el chico de ojos celestes.

Bajo el pino carmesí. (Dip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora