La libertad en un beso | Lan MeiLing

Reencuentro de Wei WuXian y Lan SiZhui

[Donde Wei WuXian y Lan SiZhui se reencuentran 13 años después de que se fuera por depresión perinatal y postparto]

Desde días atrás, Lan SiZhui notó que, a la hora de salida, un hombre se quedaba debajo de un árbol. Vestido con ropa oscura y el cabello largo cubriendo su rostro era sospechoso. Probablemente un acosador que quería atacar a algún omega. Pensó en llamar a la policía para que vinieran por él, así que, para no perderlo, tenía que inmovilizarlo primero en caso de que quisiera escapar.

Le entregó su mochila a Lan JingYi—. Sujétala un momento, ya vuelvo.

—¿A dónde vas?

Discretamente apuntó al hombre—. Tiene días apareciéndose por aquí. ¿No crees que luce sospechoso?

—Quizá sea un pervertido.

—Mn. Iré a revisar, ya vuelvo.

En lugar de ir directamente hacia él, rodeó. Se metió entre tanta gente y terminó por aparecer detrás del hombre.

—¿Quién eres?

El hombre pegó un salto. Se alejó un paso y agachó la cabeza para que Lan SiZhui no pudiera ver su rostro.

—¿Por qué te cubres? ¿Qué haces aquí? ¿Buscas a alguien? —con ojos curiosos intentó verlo.

—No, no, yo... —intentó emprender su huida.

—Oye, no te vayas —estiró la mano para sujetar su hombro, pero el hombre se movió y terminó por agarrarlo del cabello, lo cual reveló su rostro.

La expresión que Lan SiZhui vio fue indescifrable. A simple vista descubrió su segundo género, un omega. El rostro del omega era hermoso, el más bello que alguna vez vio, tanto que lo dejó sin aliento. Sus ojos grises lo miraron con miedo, pero no pudo evitar pensar que el color en ellos era precioso, sin comparación. Sin embargo, no fue su belleza lo que lo hizo retroceder con la boca abierta y los ojos llorosos.

—Tú...

Sujetó la muñeca del omega con fuerza, sin permitir que se alejara. El omega juntó el entrecejo por el dolor y aun así Lan SiZhui no lo soltó ni aflojó el agarre. En realidad, jamás había tratado a ninguna persona de aquella forma, para él era algo inconcebible dañar a alguien; no obstante, sintió que se había movido a una realidad alterna en la que no podía controlarse.

Tragó saliva de forma dolorosa antes de hablar.

—¿Wei... Wei WuXian?

El omega lo empujó para que romper el agarre. El ímpetu del omega lo sorprendió, pero el joven de trece años resistió.

Lan JingYi, que vio a su amigo forcejear con el supuesto acosador pervertido, corrió directo con el guardia de seguridad del instituto y con el celular conectándose a la policía.

—¿Te... Se va a ir otros trece años?

Wei WuXian tembló de pies a cabeza al escuchar el dolor y la decepción que transmitió el tono de voz de Lan SiZhui. No supo qué decir y tampoco hizo más que mirar al pasto verde. No era que no quisiera hacer algo, si era sincero, quería salir corriendo de ahí para no tener que dar la cara por sus malas decisiones. Quería irse, pero se sentía anclado a la tierra y sus piernas temblorosas no tenían la fuerza para moverse, de hacerlo terminaría con las rodillas clavadas en el piso.

—¡Ahí está, ahí está el pervertido! —el grito de Lan JingYi sacó a Wei WuXian del transe.

—No, no, no soy un pervertido —se excusó con una sonrisa extraña al ver al guardia con la pistola eléctrica en la mano.