Estaba plácidamente durmiendo sobre el escritorio cuando de pronto la ronca voz de mi profesor me sacó de mi profundo sueño. Estaba parado en frente de mi con sus brazos cruzados y una mirada reprovatoria, él no me intimidaba para nada. Me regaño un rato y luego la clase terminó.
Antes de salir cuando obviamente todos se habían ido me acerqué al escritorio de mi sexy profesor y me senté sobre este poniendo una pierna encima de la otra haciendo que mi falda se subiera un poco dejando mi piel bronceada al descubierto. Él recorrió mi cuerpo con la mirada y tragó saliva, se le veía nervioso. Esto me divertía mucho, así que me decidí a hablarle.Profesor necesito ayuda para aprovar su clase -dije con voz inocente y luego mordi mi labio mirándolo.- Usted cree que podría ayudarme? -le sonreí y acaricie mi desnudo muslo provocandolo. Este sonrió y se acercó un poco más a mi.-
Claro que puedo ayudarte preciosa -susurró en mi oído y luego mordió el lóbulo de mi oreja haciéndome estremecer, se separó de mi y se sentó de nuevo en su lugar quedando Frente a mi. Sin más me senté sobre él con una pierna a cada lado de él. Acaricie su mejilla y luego roce sus labios con los míos, acto seguido el sostuvo mi rostro con sus manos y me beso intensamente introduciendo su lengua en mi boca liberando una batalla de lenguas. Por la falta de aire nos separamos, el tenía sus labios hinchados y rojos... era hermoso, pero no quería que pasará nada más por ahora así que me levante de encima de él y acomode mi ropa.-Tengo que irme ahora, pero pronto esperó unas clases particulares sobre el Escritorio querido profesor.-le guiño un ojo antes de salir del salón contoneando seximente sus caderas.-
Ya sólo faltaba que terminará la última hora de clases y podría irse a su casa, realmente era lo único qué anhelaba en esos momentos. Para su suerte el timbre de la salida sonó y luego de recoger rápidamente todas sus cosas se dirigió a la salida y sin más comenzó a caminar hacia su casa. Encendió un cigarrillo y le dio una onda calada mirándo al frente mientras la música resonaba en sus oídos, expulsó el humo y Antes de llegar a la entrada de su casa apagó el cigarrillo y abrió la puerta de esta con sus llaves. Cómo siempre no había nadie, dejó sus cosas en el sofá y fue a la cocina a comer algo ya que moría de hambre.
Luego de pasar toda la tarde en su habitación haciendo cualquier cosa decidió que saldría a algún bar a beber algo, cómo no tenía amigos iría sola. Se dio una ducha rápida y luego se vistió con un vestido corto negro ceñido al cuerpo, unos tacones rojos y accesorios a juego. Se maquillo con un poco de rimel en sus pestañas y labial rojo en sus Labios, luego cepillo su cabello dejándolo suelto y con ondas naturales en las puntas... se puso perfume y su chaqueta de cuero negra y bajo las escaleras de la casa. Le dejó una nota a su madre y luego se fue en su moto hacia su bar favorito.
Al llegar el bar estaba ruidoso cómo siempre, sonrió ampliamente y se bajo de la moto quitó su casco y alboroto su cabello, camino hacía la entrada y se dirigió hacía la barra haciendose espacio entre la gente que bailaba o más bien tenía sexo con ropa.~Hola chicas, espero les haya gustado el capítulo. Porfavor comenten y dejen sus votos... es mi primera novela y quiero saber que les parece ;)~
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Chica problemas.
RomanceMiranda Beckman era una joven de 20 años que cursaba su primer año en la universidad de Texas. Era una muchacha alta, con unas curvas despampanantes, tenía unos hermosos ojos celestes igual al cielo y un cabello rojizo con reflejos anaranjados, ten...