Capítulo 3.

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Luego de beber un par de tragos quizo bailar, no le importaba estar sola, camino hacia pista de baile y comenzó a mover sus caderas lentamente al ritmo suave de la música. Cerró sus ojos disfrutando de la música cuando de pronto unos fuertes brazos rodearon su pequeña cintura haciendola pegar un pequeño gritito de sorpresa, pero inmediato al reconocer el embriagante olor del perfume de su profesor sonrió cómo boba y se dio vuelta para quedar en frente de él. Ambos sonrieron y ella decidió romper el silencio.

¿Qué haces aquí? No creí que este fuera lugar para un profesor
-él soltó una carcajada mirándola-

vamos Miranda qué no soy tan aburrido, sólo quice salir a beber algo y cuando estaba sentado te vi bailando aquí tan sexi que no me pude contener y vine ha hacerte compañía preciosa -sonrió mirándola sin soltar el agarré de su cintura atrayendola hacía sí-

Qué bien entonces bailas? -dijo ella dándose vuelta para quedar frente a frente.-

Claro que sí y más si es con una nena tan linda cómo tú -sonrió y la acercó a él quedando a escasos centímetros de sus labios.-

Miranda al ver que la cosa comenzaba a ponerse caliente decidió comenzar a bailar alejándose un poco de él y agradeció que la canción que sonaba era movediza y no una lenta. Siguieron bailando hasta que para su mala suerte comenzó a sonar una lenta. Éste sin perder tiempo la acerco a él por la cintura y comenzaron a moverse al compás de la lenta música. Miranda estaba distraída bailando cuando de pronto siente que los labios de su profesor estan sobre los de ella moviéndose lentamente, luego de un segundo correspondió el beso y rodeo su cuello con sus brazos acercándose más. El beso comenzó a ponerse más intenso y cargado de pasión y deseó...

Ven conmigo a mi casa Miranda -susurro él sobre los labios de la chica pelirroja-

No lo sé -lo miró fijamente pensando en si ir o no.-

Vamos preciosa sabes que lo quieres igual o más que yo -respondió algo arrogante.-

Eso quisieras tonto -se separó de él y caminó hacía la barra. Se sentó y pidió un tequila, al recibirlo agradeció al barman y sin más de un sorbo se bebió el trago sintiendo como éste quemaba por su garganta. Miró hacia la pista esperando a qué aquel hombre que hace poco la había besado y invitado a su casa la siguiera y le rogara porque lo acompañará. Eso a ella le encantaba, pero en lugar de eso se encontró al mismo tipo que estaba con ella muy acaramelado con una rubia plástica de enormes pechos. Sin saber porqué se enfureció, ¿ ella estaba celosa? no eso no podría ser, jamás había sentido algo así y menos podía permitírselo sentir por aquel hombre que más que todo era su profesor. Nada serio podría pasar entre ellos además de un polvo de una noche y ella lo tenía claro, así que luego de beber su último trago salió de allí rumbo a su casa.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2015 ⏰

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